Estampado de penes para promover el distanciamiento social: la idea de una terapeuta para prevenir contagios

Madrid

El pasado mes de diciembre, las autoridades chinas confirmaban los primeros casos por un nuevo brote de coronavirus en Wuhan (China). A partir de ese preciso instante, y para evitar la rápida propagación del virus, las diferentes autoridades comenzaron a hacer hincapié en la necesidad de mantener unas medidas de higiene concretas. Desde lavarse las manos con frecuencia hasta cubrirse con el codo cada vez que vayamos a toser o mantener el distanciamiento social.

Un distanciamiento social, preferiblemente superior a dos metros entre persona y persona, que ayuda a reducir el riesgo de inhalar las pequeñas gotitas que se producen cuando una persona infectada tose o estornuda. Desde entonces, cada vez son más las personas que se tiran de ingenio para evitar que nadie se salte esta barrera sanitaria que nos protege del virus.

Las mascarillas más efectivas contra el distanciamiento social

Si hace apenas unas semanas descubríamos a un italiano que había desarrollado una circunferencia de cartón para contener el coronavirus, ahora conocemos el  caso de la estadounidense Mindy Vincent. Ante el alarmante crecimiento del coronavirus en todo el país en lo que a número de contagios se refiere, la terapeuta decidía comprar unas mascarillas a un proveedor de China con un estampado de penes con distintas formas y colores. 

No solo para prevenir posibles contagios, sino para determinar cuándo una persona se está saltando el distanciamiento social. Según ha dado a conocer a través de sus redes sociales, cada vez que alguien le diga que su mascarilla tiene un estampado de penes, la terapeuta determina que está demasiado cerca y le pide amablemente que mantenga la distancia. Dado que los dibujos son bastante pequeños, Vincent asegura que tan solo pueden diferenciarse cuando alguien está a menos de dos metros de distancia.

La terapeuta ha comenzado a vender las mascarillas a través de la ONG en la que trabaja

Después de repartir las mascarillas entre sus compañeros y compañeras de la ONG Utah Harm Reduction, y visto el éxito que tuvieron en redes sociales, Vincent decidió venderlas a 20 dólares a través de la organización. No para lucrarse de forma personal, sino para destinar las ganancias a la ONG. No solo aquellas con motivos de penes, sino otras en las que se muestran dibujos de vaginas, pechos y demás motivos.

Sin embargo, y si quieres hacerte con una de ellas, tendrás que esperar. Tal y como explica Vincent a través de la página web, la iniciativa ha sido todo un éxito, por lo que la entrega de las distintas mascarillas se retrasará durante varias semanas. No obstante, la terapeuta recuerda que el dinero de esta iniciativa va destinada a la ayuda contra el coronavirus, por lo que todo incentivo será bien recibido.

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