Detectan por primera vez microplásticos en un lago de agua dulce del Ártico
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Alcalá y el Instituto Español de Oceanografía han descubierto, por primera vez, la presencia de microplásticos en un lago de agua dulce del Ártico, uno de los pocos espacios libres de contaminación química de origen humano que quedaba hasta ahora en la Tierra
Madrid
Se denominan microplásticos a los fragmentos de plástico con un tamaño menor a cinco milímetros y provienen de dos fuentes. Uno: la degradación de plásticos grandes, que se vierten al mar desde la costa y que se fragmentan en piezas cada vez más pequeñas. Y dos: tienen su origen en productos domésticos que contienen pequeñas partículas plásticas, como exfoliantes y pastas de dientes, entre otros.
Como consecuencia del uso masivo de estos productos, hasta ahora se había constatado su presencia en los océanos, en los ríos e, incluso, en el sistema digestivo de algunos animales que los ingieren, como las tortugas o los delfines.
Sin embargo, este equipo de científicos españoles ha demostrado por primera vez la presencia de microplásticos en ecosistemas de agua dulce del Ártico. La mayoría de estos microplásticos son fibras de poliéster, un material muy utilizado en la industria textil y como revestimiento debido a su durabilidad.
"Estamos ante el primer trabajo que constata la presencia de microplásticos en un lago de agua dulce del Ártico. Hasta ahora, se había demostrado que los microplásticos estaban presentes en los ecosistemas marinos del Ártico: en el agua de mar, en los sedimentos oceánicos e incluso en el hielo, pero no sabíamos que habían llegado hasta las aguas dulces árticas", advierten los autores de esta investigación.
Pocos ecosistemas libres
Según los autores, los lagos de agua dulce situados en zonas polares como el Ártico eran algunos de los pocos ecosistemas que parecían libres de microplásticos en el planeta. "Hoy parece que los ecosistemas libres de microplásticos en el planeta son ya escasos, más cuando recientemente investigadores de la Universidad de Newcastle han encontrado microplásticos hasta en unos pequeños animales que habitan en los fondos oceánicos, entre los 7.000 y los 10.890 metros de profundidad", detallan.
Por lo tanto, esta nueva investigación vuelve a demostrar que las acciones individuales tienen consecuencias globales en todo el planeta, aunque al principio parezca que son indirectas y lejanas. De hecho, cada vez hay más pruebas científicas que demuestran que los microplásticos están por casi todo el planeta como consecuencia de actividad humana.
Para reducir este grave problema ambiental, estos científicos recomiendan fomentar el reciclaje, la reutilización de los plásticos y, sobre todo, reducir el uso de los plásticos de un solo uso.
Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...