La mitad de los trabajadores del mundo están en riesgo de perder sus ingresos, según la OIT
La Organización Internacional del Trabajo calcula que se perderán el equivalente a 365 millones de empleos en este trimestre a causa de la crisis de la COVID-19
Madrid
La debacle económica causada por el coronavirus va de mal en peor, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Hace 22 días, esta institución multinacional calculaba que en el segundo trimestre se perderían por causa de la crisis el 6,7% de las horas de trabajo mundiales, el equivalente a 230 millones de empleos (contando una jornada de 40 horas semanales; 195 millones si se calcula sobre una jornada de 48 horas semanales), pero ahora esas cifras son todavía más negativas: la nueva previsión es que el desplome horario sea del 10,5%: como si se borrasen 365 millones de puestos de trabajo (305 millones para jornadas de 48 horas semanales). La causa: una extensión y un endurecimiento de las medidas de confinamiento global; el 68% de los trabajadores viven en países donde están en marcha este tipo de restricciones.
Las áreas del mundo peor paradas serán América (-12,4%) y Europa y Asia Central (-11,8%), pero todo el planeta está afectado, y los que más sufrirán serán los trabajadores que se encuentran en peor situación. Según las estimaciones de la OIT, la inmensa mayoría de los trabajadores que están en la economía informal están en riesgo de ver suprimidas sus fuentes de ingresos: son 1.600 millones de trabajadores, de una fuerza laboral global total de 3.300 millones. En el primer mes de la crisis, según la institución internacional, estos trabajadores habrían perdido el 60% de sus rentas, y se calcula que la pobreza relativa (ingresos menores al 50% de la media) se disparará en este colectivo un 34%.
Además, dice el informe de la OIT, 436 millones de empresas y proyectos de autónomos están en peligro por desarrollar su actividad en los sectores más golpeados por la crisis (comercio, industria, hostelería e inmobiliario). Para combatir los efectos económicos de la pandemia, la OIT recomienda centrar la atención protectora en los más vulnerables (autónomos, microempresas, trabajadores en la economía informal), dar apoyo directo a las empresas condicionándolo al mantenimiento del empleo y proveer de una adecuada información y coordinación a negocios y trabajadores durante la fase de desescalada.