El día que el Atlético de Madrid descendió al infierno de Segunda

El 7 de mayo de 200 es un día marcado en negro para el Atlético de Madrid y su afición. Hace exactamente 20 años, el club rojiblanco vivía uno de los días más duros de su historia, su descenso a Segunda División.

El estadio Carlos Tartiere como escenario, y un empate como resultado fue la mezcla que condenó a los madrileños al descenso. Aquel domingo los colchoneros, dirigidos por Antic, sabían que era un partido crucial. A falta de tres jornadas para finalizar la temporada, tanto ellos como el Real Oviedo, su rival, se jugaban la vida. La permanencia estaba en juego y solo valía ganar.

Ese día los encargados de defender los colores rojiblancos fueron: Molina en la portería; Gaspar Gálvez, Carlos Gamarra y Celso Ayala, y Capdevila en defensa;  Santiago Solari, Aguilera, Radek Bejbl y Hugo Leal en el centro del campo; y Hasselbaink acompañado por Kiko Narváez en el ataque. Aquel día, los locales también sacaron un once de gala, con Luis Aragonés al frente del banquillo carbayón.

Un once de categoría que, auqnue peleó hasta el final, no fue capaz de conseguir la victoria. El Oviedo consiguió ponerse por delante con un 2-0 en el marcador, pero los colchoneros consiguieron remontar hasta igualar el resultado. En el minuto 84 todo dependía del penalti que estaba a punto de tirar Hasselbaink. Pero el arquero asturiano, Estebn, le adivinó el tiro al holandés deteniendo el esférico.

Esos minutos que para algunos se volvieron horas, enmudecieron a los 14.200 seguidores, muchos de ellos del Atleti, que pasaron del silencio al llanto cuándo vieron cómo su e quipo acababa de descender al infierno de la Segunda División.