Pau Donés, el músico empeñado en cantar bonito
El líder de Jarabe de Palo pasará a la historia por 'La Flaca' y por su derroche de amor por la música
Madrid
El éxito de Jarabe de Palo llegó de forma repentina y fulgurante. La Flaca irrumpió en nuestras vidas en plena era dorada del CD (1997) y los anuncios del recopilatorio Carácter Latino en televisión consiguieron convertirla en mucho más que una simple canción del verano. La Flaca es uno de los himnos de la España contemporánea. ¿Hay algún hispanohablante que no se sepa su estribillo? Probablemente no.
Pero Jarabe de Palo no fue un one hit wonder. Su primer disco, repleto de influencias cubanas y publicado en 1996, estaba lleno de grandes canciones: Grita, Vuela, El lado oscuro... Pero con el segundo demostró que había llegado para quedarse y que su proyecto musical era algo serio. Depende se nos pegó a todos tanto o más que La flaca, pero tras el single facilón volvían a emerger los temazos: Pura sangre, Agua, Perro apaleao... Canciones que ya forman parte de la historia del pop español. Canciones que, en ese momento, nadie hacía.
Su éxito fue tal que era difícil mantenerse tan arriba. Con De vuelta y vuelta, Bonito y 1 m2siguió ganando fans y encabezando listas de éxitos. Pero Pau Donés ya había trascendido al músico talentoso que cantaba La Flaca. Se había convertido en un personaje cercano, en un icono cultural. Y siguió sacando discos, atravesando modas y ganándose el respeto de toda la escena.
Como demostración inapelable, aquel momentazo televisivo en el que Jordi Évole, siendo aún El Follonero, interrumpió el programa de Buenafuente en TV3 para afearle que todos sus estribillos sonaban igual: "¡Bonito! ¡Depende!". Pau Donés no pudo hacer otra cosa que reírse. Y claro, nos ganó a todos.
La segunda parte de su carrera ha sido distinta. Menos llamativa, más regular, pero siempre respetable. En total, 14 discos repletos de costumbrismo, de pequeños detalles, de amor por la música, de guitarras eléctricas y de son cubano. Docenas de canciones con las que ha conseguido sonar, sobre todo, a sí mismo, pero en las que no ha ocultado sus filias: The Pretenders, Ketama, Jorge Drexler...
La noticia de su enfermedad zarandeó su carrera y le sirvió para recuperar a todo el público que alguna vez había disfrutado de sus canciones. Un público que le reconoce su valía musical y, sobre todo, su enorme esfuerzo por destacar lo más bonito de la vida. Y lo ha hecho, a pesar de su estado, hasta el final.
España entera se ha estremecido al verle cantar Eso que tú me das. Consumido por el cáncer y, pese a todo, tan dispuesto como siempre a hacernos bailar y disfrutar.
Carlos G. Cano
Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...