Boris Johnson rechaza asumir errores de gestión durante la COVID-19 en su primera entrevista tras superarla
El primer ministro inaugura con su presencia la nueva emisora del magnate Rupert Murdoch
Londres
Boris Johnson quiere dar ejemplo al país. El primer ministro ha perdido más de diez kilos desde que el coronavirus le dejó temporalmente fuera de juego. Ahora se fotografía tirado en el suelo de su despacho haciendo press-ups, y corre por los jardines de Buckingham Palace, que le presta la reina. Johnson, el converso, quiere poner a dieta a los británicos. “Me temo que este país maravilloso que es el nuestro es significativamente más obeso que otros países de Europa, aparte de la gente de Malta por alguna razón. Eso es un hecho”. Pero a la hora de ir al grano y tomar decisiones trascendentes, el primer ministro aún tiene dudas sobre la conveniencia de implantar la “sugar tax”, un impuesto a los productos edulcorados. Hace años que los médicos lo vienen reclamando.
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Johnson dice estar, “tan en buena forma como el perro de un carnicero”, pero aún se le entrecorta a veces la respiración cuando habla. Este lunes lo ha hecho, inaugurando con su presencia Times Radio, una nueva emisora que pertenece al magnate Rupert Mudoch. Johnson ha vetado en cambio el más importante matinal radiofónico, Today en 'BBC4', en el que no ha participado desde octubre del año pasado. La operación de acoso y derribo de Murdoch contra la Corporación Pública sigue avanzando, con la complicidad del gobierno Johnson.
Johnson descarta analizar los errores de gestión en la epidemia de coronavirus
El primer ministro no cree que sea “el momento adecuado” para analizar los errores del ejecutivo en la epidemia de coronavirus, que se ha cobrado más de 43.000 víctimas hasta ahora. “Ha sido un desastre, no hay otras palabras. Una absoluta pesadilla. El país ha vivido un profundo shock. En estos momentos existe la posibilidad de cambiar y de hacer mejor las cosas”. Cuando el jefe de la oposición, el laborista Keir Starmer, le ha pedido cuentas por gravísimos fallos de gestión, le ha acusado “de tener una actitud negativa”.
Johnson gana elecciones y gobierna a base de eslóganes. Ya tiene un nuevo. “Volver a construir mejor”. Con el pretende dejar atrás el desastre de los últimos tres meses. El Reino Unido está endeudado hasta las cejas, pero eso tampoco parece preocuparle. “Creo que las inversiones compensarán, porque es una economía muy dinámica y productiva”, afirma. Y cuando le preguntan por el fin de una década de austeridad de los conservadores, niega la mayor y no acepta ese término. “No era realmente austeridad, pero la gente le llamaba austeridad”.