La Generalitat concede el tercer grado a los presos del procés
Cuando las cárceles fijen el día y horario de salida, los nueve condenados irán a prisión solo para dormir entre semana
El Departament de Justicia asegura que la semilibertad responde a criterios técnicos
Barcelona
El Departament de Justicia la Generalitat ha concedido el tercer grado para los presos independentistas, es decir, propone formalmente que los condenados del procés estén en prisión solo para dormir entre semana. La Generalitat asegura que la decisión corresponde solo a criterios técnicos. Cuando las cárceles les asignen el nuevo horario de salidas podrán empezar a ir a casa, aunque la Fiscalia previsiblemente recurrirá la decisión y esta vez, la última palabra la tiene el tribunal sentenciador: el Tribunal Supremo.
Hace dos semanas las cárceles de Wadras, Lledoners i Puig de les Basses proponían por unanimidad la semilibertad de los nueve condenados del procés: el exvicepresident Oriol Junqueras; los exconsellers Joquim Forn, Dolors Bassa, Jordi Turull, Josep Rull y Raül Romeva; la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell y los líderes independentistas de ANC y Ómnium, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, respectivamente. Todos ellos fueron condenados a penas de entre 13 y nueve años de cárcel por el Tribunal Supremo por la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre. Exactamente nueves meses después de la sentencia, la Generalitat les concede la semilibertad.
El Departament de Justicia insiste en que la decisión nace de un estudio individualizado y que responde solo a criterios técnicos. El Servicio de Clasificación del departament argumenta que los penados tienen una "red social y familiar favorable para la rehabilitación, junto con un pronóstico de bajo riesgo de reincidencia". El servicio explica que "para favorecer y coloridar la reinserción sociolaboral" han decidido darles "un régimen de mayor autonomía".
En todas las resoluciones, los técnicos de justicia mantienen que la ley impide "que ninguna persona preparada para el tercer grado se mantenga clasificada en segundo grado [el régimen común]". En la práctica, según fuentes penitenciarias, el 60% de los presos en Cataluña finaliza la condena en segundo grado.
A partir de ahora, en los próximos días, las juntas de tratamiento de las cárceles (formadas por un equipo multidisciplinar de 10 psicólogos, juristas y trabajadores sociales) deben establecer las fechas a partir de las cuales se aplican los terceros grados. Los técnicos de cada prisión deben decidir el horario que los presos hacen fuera y a partir de qué día se aplica. El tercer grado habitual permite a los internos salir entre semana durante el día y regresar a prisión para pasar la noche de lunes a viernes, pasando el fin de semana en casa. Sin embargo, existen mecanismos como el artículo 86.4 que permite que los internos no pasen en ningún momento, ningún día por el centro penitenciario, y sean controlados con visitas de los funcionarios en casa o en el trabajo.
En cuanto los funcionarios fijen el horario de salida, la decisión es ejecutiva y los presos del procés podrán empezar a ir a casa. Sin embargo, la Fiscalia puede recurrir la decisión ante el juez de vigilancia penitenciaria. La oposición de la Fiscalia al tercer grado es más que presumible ya que, hasta hora, se ha opuesto a todas las salidas, desde el tercer grado a los permisos ordinarios de Cuixart y Sánchez.
Si bien, hasta ahora todas las salidas han recibido el aval de los jueces de vigilancia penitenciaria de Cataluña, esta vez, en segunda instancia, el recurso irá al Tribunal Supremo y no a la Audiencia Provincial de Barcelona o Girona. Será la misma sala que les condenó, quien tendrá la última palabra sobre su semilibertad.