El coronavirus existe desde hace 40 años y probablemente ha habido contagio directo murciélago-humano
Un estudio internacional publicado por la revista 'Nature Microbiology' indica que el SARS-CoV-2 lleva bastantes décadas circulando entre los murciélagos sin que nadie lo haya detectado
Madrid
Según Santiago Abascal (Vox), el COVID-19 es culpa del "gobierno comunista chino". La ciencia dice otra cosa: un estudio internacional publicado por la revista Nature Microbiology indica que el SARS-CoV-2 lleva bastantes décadas circulando entre los murciélagos sin que nadie lo haya detectado.
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Es más, el autor principal del estudio, Maciej F. Boni, de la Universidad del Estado de Pensilvania (EEUU), ha explicado a la agencia de información científica SINC que el escenario más probable es el de un virus de una población de murciélagos de la provincia de Yunnan, en el sureste de China, “de donde proceden los virus con parentesco más próximo” al SARS-CoV-2, que salta directamente a humanos.
El propósito del estudio era reconstruir el árbol genealógico del virus, que ya ha contagiado a más de 16,5 millones de personas en todo el mundo. Y los resultados no dejan lugar a dudas: el ADN del SARS-CoV-2 y el de otro ya coronavirus que afecta a murciélagos son idénticos en un 96%, pero el linaje de ambos se separó hace entre 40 y 70 años, lo cual deja abierta la posibilidad de que hayan surgido nuevas variantes aún desconocidas y potencialmente peligrosas.
Según recoge SINC, se trata de virus con una alta capacidad de intercambiar material genético, por lo que los autores creen que "será difícil identificar virus con el potencial de causar brotes importantes en humanos antes de que estos emerjan".
El estudio no apoya la hipótesis del pangolín o las serpientes como paso intermedio entre los murciélagos y los humanos, pero tampoco la descarta. Lo que sí consideran "improbable" sus autores" es que se haya creado en un laboratorio, tal y como sostienen muchos partidarios de la teoría de la conspiración.
Maciej F. Boni también apuesta por noviembre del año pasado como la fecha más probable del salto a lo humanos, lo cual confirmaría que la detección del virus en muestras de aguas fecales de Barcelona de marzo de 2019 se debió a un error.