La policía alemana halla un sótano secreto en la parcela usada por el sospechoso del Caso Madeleine
Los investigadores confirman que el cobertizo fue utilizado durante dos años por Christian Brückner, principal sospechoso de la desaparición de la niña británica
Alemania
La policía alemana terminó este miércoles las excavaciones en un jardín cercano a Hannover con el hallazgo de un sótano subterráneo secreto de una cabaña que está derruida. La operación de rastreo vinculada a la investigación sobre la muerte de la británica Madeleine McCann, desaparecida en mayo de 2007 en el Algarve portugués, apunta a un nuevo sospechoso, Christian Brückner, un pedófilo alemán multireincididente.
Fuentes de la Fiscalía alemana han confirmado que la parcela donde se han practicado las excavaciones fue utilizada por el principal sospechoso de la desaparición y muerte de la pequeña Maddie. Según el diario Bild y la agencia de noticias AFP, en la actualidad se encuentra abandonada, plagada de maleza que la policía ha despejado para llevar a cabo sus trabajos.
Con ayuda de varios perros olfateadores y excavadoras, los investigadores pasaron dos días explorando meticulosamente ese pequeño jardín en un terreno situado al oeste de Hannover. Grandes cantidades de tierra y piedra fueron transportadas al exterior del sitio, muy vigilado por las fuerzas policiales, según un fotógrafo de la AFP.
Hasta donde pueden observar los informadores que se han concentrado en las cercanías de esa parcela, sólo se está excavando en un lugar y a una profundidad de casi dos metros. Para ello, han instalado dos carpas donde supuestamente se van analizando las muestras recabadas.
El cobertizo fue demolido en 2007
Varios medios de comunicación informaron que los investigadores están explorando los cimientos de un antiguo cobertizo que tenía un sótano. En declaraciones a medios locales, varios vecinos aseguraron que Brückner utilizó la parcela durante dos años y antes de que fuera abandonada, tenía una cabaña a la que acudía con dos perros o hacía barbacoas.
Aunque el principal sospechoso vivía en un remolque situado en una zona industrial, a tan solo 4 kilómetros de la parcela y trabajaba como mecánico en un taller. Presuntamente, tras la muerte de la pequeña, Brückner demolió el cobertizo en 2007.
La investigación ha confirmado en la reconstrucción de los hechos, que el pedófilo se trasladó después a la ciudad de Braunschweig, a solo 60 kilómetros de Hannover. Allí abrió un kiosco con quien por entonces era su pareja y cuando la relación acabó, Brückner siguió con el negocio solo durante un año. En las proximidades de esa localidad, Brückner enterró a uno de sus perros muertos, y la policía encontró un USB con imágenes de pornografía infantil bajo el cadáver.
La Fiscalía espera encontrar pruebas
Asimismo, la Fiscalía de Braunsweig sigue investigando el caso a contra reloj y el fiscal encargado, Christian Wolters, declaró hace unos días que no podía predecir el resultado de la investigación, aunque aseguraba que siguen convencidos de la culpabilidad de Brückner y esperan encontrar las pruebas forenses que lo demuestren.
El sospechoso ya fue condenado por tráfico de estupefacientes en 2011, pena que aún está cumpliendo en un penal de la ciudad de Kiel. A finales de diciembre habrá cumplido íntegramente su sentencia, por lo que, si no hay acusación formal contra él, y hasta ahora no la hay, quedará en libertad.
Además, tiene pendiente una condena por violación en Portugal de una estadounidense de 72 años, pero el proceso se encuentra en revisión, por lo que la sentencia está en suspenso.