El doctor Cavadas logra que un joven en silla de ruedas vuelva a andar
Tras un año de rehabilitación, Enol solo necesita una muleta para salir a la calle
Madrid
El cirujano Pedro Cavadas vuelve a ser noticia tras lograr que un joven de 23 años en silla de ruedas volviera a andar. Se trata de Enol Jordán Castaño que, según relata en una entrevista en 'El Comercio', le aseguraron que "en ningún caso volvería a caminar". Ahora, tras tres operaciones en el Hospital de Manises y con la ayuda del prestigioso doctor valenciano, ha recuperado una movilidad que tenía totalmente perdida.
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Enol nació con la trisomía 8, una enfermedad –también conocida como el síndrome Warkamy– que se caracteriza por tener tres copias del cromosoma 8 en el núcleo de las céculas y que provoca que en los órganos vitales se produzcan malformaciones. En el caso de Enol le afectó a los tendones que no crecieron con el resto del cuerpo lo que le impidió andar cuando tan solo tenía 10 años. Según relata su madre, este jóven comenzó su calvario en los hospitales en 2008 y empezó a sufrir "unos dolores horribles que le afectaban al nervio ciático". Fue entonces cuando el joven comenzó su paseo por varios hospitales como el Hospital Gregorio Marañón de Madrid donde le anunciaron la fatídica noticia de que no volvería a andar. "Le compramos una silla muy cara y nos mentalizmos que iba a ser asi".
Al cabo de los años, fue cuando Enol y su familia contactaron con el doctor Cavadas después de ver cómo había conseguido que un joven tetrapléjico moviera sus extremidades superiores. Tras el "sí" del cirujano a una consulta vieron como el mismo Cavadas aseguró que la solución era "fácil". "Se cambia la musculatura de atrás a adelante, se coloca la rótula en su sitio, que está desviada, rehabilitación y a caminar". Y además, una persona de su equipo les tranquilizó asegurando que el doctor "nunca interviene si no ve que el caso es operable o que no vaya a dejar al paciente mejor de lo que está".
Tres operaciones después –entre el 31 de enero y el 1 de marzo de 2019– Enol comenzó su rehabilitación en junio. En la primera semana recuperó la verticalidad gracias a un gría, un mes después comenzó a utilizar un andador (donado por su instituto Río Nora de Pola de Siero) y en diciembre empezó a andar con dos muletas. Desde hace 2 meses solo necesita una muleta para salir a la calle y en casa ya no la necesita.