Cara a cara al volante: ¿Aprobarías un examen de conducir con un coche de otra generación?
'El Hormiguero' enfrenta a dos generaciones al volante
Madrid
La tecnología integrada en los coches ha evolucionado de una forma increíble durante las últimas décadas. A día de hoy, mientras coqueteamos con la conducción autónoma, los vehículos son capaces de realizar prácticamente cualquier función con un simple botón. Desde arrancar sin la necesidad de una llave o activar el freno de mano hasta bajar la luna del vehículo abrir el maletero. Una serie de acciones para las que antes necesitábamos más tiempo y una mayor destreza.
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Y el futuro, tal y como hemos visto gracias a marcas como Tesla o Uber, parece dirigido a un mundo en el que dejamos de ser conductores para ser un pasajero más. Sin embargo, para llegar a la situación actual, los coches han tenido que pasar por un proceso de evolución que convierten a los coches de hace 70 años en primos lejanos de los que vemos a día de hoy en la carretera.
¿Sabrías conducir un vehículo de otra generación?
No tenían dirección asistida, sistema antibloqueo de ruedas ni elevalunas eléctrico. Tampoco un sensor que nos ayude a aparcar, un GPS a bordo que nos ayude a llegar a nuestro destino por la vía más rápida ni el sinfín de pilotos que nos ayudan a descubrir qué es lo que pasa en nuestro vehículo cuando algo no va bien. Por esa misma razón, subirse a un vehículo de estas características para una persona que se acaba de sacar el carné de conducir puede ser más complicado de lo que parece.
También para alguien que se lo sacó en los años 60 y que, varias décadas más tarde, tiene que subirse a un Tesla. Por esa misma razón, el equipo de El Hormiguero ha realizado una prueba en la que enfrenta a dos generaciones de conductores con coches de épocas opuestas. Mientras que los jóvenes han tenido que subirse a un vehículo antiguo, los veteranos han tenido que hacer lo propio sobre un Tesla.
Estas son las pruebas a las que han tenido que enfrentarse
A lo largo de este experimento, las dos generaciones de conductores y conductoras tienen que adivinar cómo se abre la puerta del coche que han probado. También arrancar el vehículo, hacer frente a una prueba de obstáculos y, para finalizar, aparcar entre dos vehículos. Gracias a este experimento, los más jóvenes han podido ver cómo era la vida cuando todavía no había dirección asistida ni sensores que nos ayudan a aparcar de una forma mucho más rápida y eficiente.
Por último, los protagonistas de este experimento han tenido que ir a la gasolinera para poder continuar la marcha. Mientras que la primera de ellas ha descubierto de primeras que el coche que estaba conduciendo era eléctrico, el segundo casi acaba echando gasolina en el enchufe. En definitiva, y a pesar de que el vehículo sigue teniendo cuatro ruedas, su concepto ha cambiado considerablemente en las últimas décadas.
David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología y buscador de historias virales e inverosímiles...