La versión oficial del médico de Trump levanta dudas sobre su situación real
El doctor Sean Conley asegura que el presidente está mejorando pero se niega a dar detalles que aclaren su estado de salud, incluido si ha necesitado oxígeno en algún momento
Washington
A las puertas del hospital militar Walter Reed, en Maryland, el doctor Sean Conley asegura que Donald Trump se está recuperando “muy bien”, ya no tiene fiebre ni está recibiendo “en estos momentos” oxígeno adicional.
Sin embargo, la versión que ha dado el médico ha dejado más interrogantes que aclaraciones según iba relatando una cronología de la enfermedad del presidente que contradice la versión oficial que ha dado la Casa Blanca desde que Trump hizo público que estaba contagiado con coronavirus, el viernes a la una de la madrugada, hora de Washington.
El médico asegura que estamos a “72 horas del diagnóstico”. Es decir, según su versión, Trump fue diagnosticado positivo el miércoles por la mañana, unas horas después del primer debate presidencial. Ese día tuvo un mitin de campaña en Minnesota y el jueves un acto con donantes al que acudieron más de cien personas.
El doctor Conley asegura que el tratamiento experimental con anticuerpos se lo dieron hace 48 horas, es decir, el jueves por la mañana; sin embargo lo comunicaron públicamente el viernes por la tarde. También ha dicho que durante la mañana del sábado no ha necesitado oxígeno pero se ha negado a aclarar si lo ha necesitado en algún momento.
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Hace unos minutos, la Casa Blanca ha difundido un comunicado en el que el médico de Trump explica que no se refería a "72 horas", sino que fue diagnosticado en el "día tres", esto es, el jueves por la tarde y el cóctel de antivirales le fue suministrado el viernes 2 de octubre.
Los periodistas le han preguntado cuándo fue la última prueba negativa que le hicieron a Trump para tener una idea estimada de cuándo y dónde se pudo contagiar. El médico se ha negado a contestar. Minutos después de la comparecencia, una fuente familiarizada con la salud del presidente se ha acercado al 'pool' de periodistas que hace guardia a las puertas del Walter Reed Hospital y ha dado una versión completamente contradictoria a la oficial: “Los signos vitales del presidente durante las últimas 24 horas han sido muy preocupantes y las próximas 48 horas serán críticas".
Todavía no estamos en un camino claro hacia la recuperación completa”. Dos fuentes cercanas a la Casa Blanca y que cita el New York Times, aseguran que Trump tuvo problemas para respirar el viernes y que su nivel de oxígeno bajó, lo que llevó a sus médicos a darle oxígeno suplementario antes de trasladarlo al Walter Reed Hospital donde podría ser monitoreado y tratado más rápidamente en caso de complicaciones.
Cuando los periodistas han preguntado al médico por qué se decidió trasladar a Trump al hospital, el doctor Conley ha contestado: “Porque es el presidente de Estados Unidos”. La falta de transparencia y las versiones contrapuestas que están dando desde la propia Casa Blanca, levantan todavía más confusión sobre el estado de salud real de un presidente que no se libra de la polémica ni hospitalizado, justo a un mes de las elecciones.
Donald Trump ha escrito hace unos minutos que se encuentra "bien" de salud y que los médicos han hecho un "esfuerzo tremendo" para controlar lo que el presidente denomina 'plaga'.