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MOCIÓN CENSURA (Previsión)

El PP ante el dilema de la moción de Vox y contra la reforma del CGPJ del Gobierno

El PP asegura que no apoyará la iniciativa de Vox, aunque no afirma si se decantarán por el 'no' o por la abstención

Los populares mantienen la confrontación con el Gobierno y no se sentarán a negociar la reforma del CGPJ, "mientras haya miembros de Podemos"

La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra; el presidente del PP, Pablo Casado; y la vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados y vicesecretaria de Política Social del PP, Ana Pastor. / POOL. Luis Diaz/La Razón (POOL. Luis Diaz/La Razón)

La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra; el presidente del PP, Pablo Casado; y la vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados y vicesecretaria de Política Social del PP, Ana Pastor.

Madrid

A menos de una semana de la moción de censura de Vox, el Partido Popular, que no apoyará la iniciativa, no ha desvelado si optará por el no o la abstención y desdeña la táctica de Santiago Abascal, que sin embargo le obliga a posicionarse ante un electorado en disputa. El PP de Pablo Casado no ha ahorrado críticas contra la moción; su secretario general, Teodoro García Egea, ha hablado de "circo"; el portavoz nacional, José Luis Martínez-Almeida, de moción fracasada, y la portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, la ha tildado de "engaño" a los españoles porque los números -recalcan todos los dirigentes- no suman.

La moción, aseguran los 'populares', sólo interesa al partido de Santiago Abascal pues está diseñada "a su mayor gloria", en palabras del alcalde de Madrid, y a los periodistas; no a los españoles y tampoco al PP. Por eso, restan importancia al sentido del voto y también a cuándo se decidirá en el seno del partido. En Génova son contundentes: la agenda del partido la marca su presidente, Pablo Casado, y no sus adversarios ni el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La decisión sobre el sentido del voto no es ni compleja ni complicada, defienden, y los populares están centrados en su estrategia de oposición "firme y responsable".

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Por ahora tranquilidad, debate no hay mucho, apunta otro alto cargo 'popular', que admite sin embargo que hay que pensar bien las implicaciones de las distintas posiciones. Sí se han pronunciado públicamente figuras simbólicas para el PP como el expresidente del Gobierno José María Aznar, quien abogó por el 'no' porque la moción es "inoportuna" y "desafortunada".

La exportavoz parlamentaria Cayetana Álvarez de Toledo es partidaria, en cambio, de la abstención, mientras que la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre criticó la posición de Aznar, debatiéndose entre el 'sí' o la abstención porque el 'no', afirmó, implicaría no censurar a Sánchez. Tanto el 'no' como la abstención entrañan riesgos, sobre todo porque PP y Vox se disputan un electorado común y son los de Abascal los que presentan mayor crecimiento.

Se baraja el 'no' y la abstención

Un no puede dar munición a Vox, que con su moción también persigue cuestionar a Casado y erigirse en líder de la oposición, como ya pretendiese Podemos ante Mariano Rajoy. También puede generar rechazo en los votantes que están entre dos aguas y reclaman más dureza.

La abstención no evita el cuestionamiento desde el ala más a la derecha del PP, pero Casado puede defender que censura a Sánchez sin respaldar una iniciativa a su juicio estéril. Esta postura choca sin embargo con las críticas de algunos ‘populares’ denunciando que la moción reforzará al Gobierno de coalición y a la mayoría parlamentaria que le respalda.

El partido de Casado comparte en este sentido la tesis de Aznar: la moción es desafortunada porque da una oportunidad al Ejecutivo de Sánchez para lucirse contra Vox, mientras que los de Abascal solo buscan mostrar a su candidato a las elecciones catalanas, como han afeado públicamente. Además, supone una interrupción a la estrategia de Casado, que tras iniciar el curso político con la sombra del caso Kitchen -que enfrenta al PP con su pasado- ha tomado aire las últimas semanas gracias a las acusaciones contra el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias.

Este domingo, el alcalde de Madrid y portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida, ha asegurado que su partido aún no ha decidido el sentido de su voto ante la moción de censura de Vox contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que está "destinada al fracaso" y ve como "una cuestión menor". Tras asistir a un acto en la Puerta del Sol donde se ha descubierto una placa en homenaje a las víctimas del coronavirus, Martínez-Almeida ha reprochado a Vox la presentación de una moción "que burla la finalidad constitucional para la que está diseñada esta figura", al igual "que la burló la moción de censura de Pedro Sánchez".

"La moción de censura, en estos momentos, al PP (...) ni nos ocupa ni nos preocupa", ha reiterado el alcalde, a cuyo juicio Vox sólo pretende "mantener la polarización" y "promocionar un candidato a la presidencia de la Generalitat de Cataluña". Almeida considera que la moción, que se votará el jueves, beneficiará al PSOE al tiempo que amenaza con "ahondar aún más en el descrédito de la política y de las instituciones", por lo que representa "una tremenda irresponsabilidad" por parte tanto de quien la presenta como de quien espera sacar "réditos políticos" de ella. "Los españoles uno de los últimos problemas que pueden tener en estos momentos es que el PP diga qué va a votar", ha zanjado el regidor, quien considera que los ciudadanos "están cansados de que desde las instituciones y desde los partidos se dé siempre un mensaje de crispación" y prevalezca "la incapacidad de llegar a acuerdos".

Reforma del CGPJ

Los populares han pasado a la ofensiva acusando además al Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos de querer socavar el orden constitucional y buscar el poder absoluto acabando con la separación de poderes, por las críticas a la Corona y la proposición para reformar la elección del CGPJ.

En este contexto, el PP mantiene la confrontación política con el Gobierno a costa de la renovación del CGPJ y se niegan a sentarse a negociar, mientras que miembros de Unidas Podemos estén en el Consejo de Ministros. Y otro elemento que utilizan los populares para tratar de marcar su propio perfil es el Caso Dina. De hecho, ya han anunciado que tienen pensado pedir una comisión.

Asimismo, Cuca Gamarra, ha acusado al Gobierno de Pedro Sánchez de promover desde dentro una crisis institucional y política, que ha puesto "en riesgo" la democracia, refiriéndose a los ataques al rey de los ministros de Podemos y a la reforma del poder judicial. Y no entiende por qué Sánchez no deja al margen a su socio "de todo aquello que busca deteriorar la calidad democrática".

Sin embargo, Gamarra cree que hay posibilidad de llegar a un acuerdo para desbloquear la renovación del CGPJ, pero advierte de que esas negociaciones pasan por "la protección de las instituciones, para que un partido como Podemos no pueda formar parte de un acuerdo", ha señalado en una entrevista en ABC.

Del mismo modo, ha recalcado que esa reforma hace peligrar los fondos de reconstrucción de la UE: "no hay más que ver el ejemplo de otros países. El problema es que se ponen en riesgo por la acción de un Gobierno que quiere atacar la división de poderes y la independencia judicial".

Marlaska critica el bloqueo del PP

Por su parte, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha asegurado que "no habrá ningún cambio" en el CGPJ, "que no se adecue a la norma internacional" y, al mismo tiempo, ha acusado al PP de tener a ese órgano como "rehén de sus intereses partidistas". En entrevistas que publican los diarios La Voz de Galicia y El Correo, el ministro recuerda que existe un mandato constitucional que establece la renovación del CGPJ cada cinco años y enmarca la proposición de ley registrada por PSOE y Unidas Podemos en el Congreso en la búsqueda de "alternativas" ante la "actitud absolutamente obstruccionista y impeditiva del PP".

El bloqueo del que acusa el PP es "lo que pone en duda la independencia del poder judicial", dice, al tiempo que reclama a los populares que "empleen sus energías no en hablar tanto de la Constitución, sino en cumplirla". "Hay un mandato constitucional que dice que hay que renovarlo cada cinco años y una de las obligaciones institucionales de los partidos es llevarlo a cabo. Esa es una exigencia", afirma el ministro.

 
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