El neumólogo que vio venir la crisis de coronavirus y anticipó la segunda oleada, hace un tercer vaticinio

Madrid

Un neumólogo que trabaja en un hospital del sur de Madrid, es conocido en Twitter con el usuario @donni__69, por hacer pronósticos sobre la crisis del coronavirus y acertar en todos. Ya avisó en marzo de la grave situación en los hospitales a causa del COVID-19 y días después se confirmó la peor de las sospechas: la pandemia se había desatado en España y el Gobierno tuvo que declarar el estado de alarma con confinamiento domiciliario para frenar la transmisión. La historia se repite y el neumólogo parece acertar con su último vaticinio.

Con la llegada de la segunda oleada acertó de pleno y en verano ya advertía del colapso inminente de la atención primaria y los profesionales sanitarios que ya estaban desbordados ante el repunte de casos de coronavirus por todo el territorio nacional, y también en los países vecinos. A través de las redes sociales hacía un llamamiento a la responsabilidad individual y pedía a la población que evitara las reuniones sociales y cumplieran las medidas de higiene. 

En el mes de septiembre fue muy crítico con la gestión de las autoridades autonómicas, en concreto con la Comunidad de Madrid, al no dar crédito sobre la confusión de criterios y la falta de contundencia en las medidas a aplicar ante el descontrol de la pandemia.

"En Madrid con 787 casos por 100.000 habitantes y más del 100% de las camas de UCI previas a la pandemia ocupadas, no hay criterios definidos y tras una vergonzosa pelea política, los bares seguirán abiertos y se permiten reuniones de 6. Y luego no entendemos por qué estamos así", expresaba su indignación en una publicación de Twitter.

"Estamos abocados al confinamiento"

El tercer pronóstico de este neumólogo no se ha hecho de esperar. Valorando las medidas adoptadas en otros países europeos afirmaba que "estamos todos igual de mierder" haciendo un aviso contundente: "Este virus es muy difícil de parar sin medidas drásticas. Y punto", señalaba. Ante el repunte de casos y la incidencia del virus disparada en niveles muy por encima de los deseados para tener el control de la pandemia, el sanitario aseguraba que "estamos abocados al confinamiento".

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"El sistema está ya desbordado. Los rastreadores dejan de ser útiles cuando la incidencia es tan alta. Por eso ahora, lo único que funcionaría es confinar de nuevo", alertaba de nuevo sobre la única vía posible para poder hacer frente a una tercera ola de coronavirus.

Y no se andaba con rodeos cuando a mediados de septiembre lanzaba su pronóstico sobre la evolución de la situación epidemiológica en España, antes de que el Gobierno declarara un nuevo estado de alarma el 25 de octubre: "Este año es tan raro que en octubre vuelve a ser marzo", aseguró, otra vez camino del acierto.

De momento el estado de alarma no contempla el confinamiento domiciliario como en los meses de marzo, abril y mayo, aunque deja el mando en manos de las comunidades autónomas, que ya han empezado a tomar medidas. Confinamientos perimetrales de la región, toques de queda nocturno o cierre de la hostelería, han sido algunas de las últimas restricciones. Pero todo apunta a que si no se consigue dar una vuelta de timón y controlar la transmisión del virus, se pondrán sobre la mesa medidas más drásticas.

En sus últimas publicaciones, el neumólogo volvía a hacer una denuncia sobre el comportamiento ciudadanos y lamentaba que no haya nadie al mando de la pandemia. "Ayer fui a una terraza de cañas. En el exterior, con abrigo y quitándonos la mascarilla solo para beber. En el mismo bar, terraza cerrada con plásticos por los 4 lados, llena de gente, con las mascarillas quitadas, de celebración, abrazándose... No hay nadie al volante", sentenciaba.