Boris Johnson decreta el confinamiento de Inglaterra hasta el 2 de diciembre
El primer ministro ha anunciado esta medida, que se hará efectiva el próximo jueves, después de que el Reino Unido haya superado el millón de casos de COVID-19
Madrid
El primer ministro británico, Boris Johnson, ha decretado el confinamiento de Inglaterra a partir del próximo jueves, después de que el Reino Unido haya superado el millón de casos de COVID-19 este sábado. "No puedo ignorar las cifras", ha asegurado el premier.
Más información
Pese a que la duda era si el confinamiento afectaría a todo el Reino Unido, Gales, Escocia e Irlanda del Norte no han llegado a un acuerdo con el primer ministro y seguirán, por lo tanto, aplicando sus propias reglas. Las medidas se someterán a votación en la Cámara de los Comunes el miércoles y, si son aprobadas, pasarán a ser efectivas la mañana del día siguiente.
"Si no actuamos ya, podríamos ver miles de muertes al día en este país, un pico de mortalidad, por desgracia, mayor que el de abril", ha justificado Johnson, que ha pedido disculpas después de que su comparecencia se pospusiera hasta en dos ocasiones esta tarde. Esta medida se extenderá hasta el próximo 2 de diciembre, junto a otras restricciones adicionales, entre las que se encuentra el cierre de los establecimientos no considerados como esenciales, incluidos bares y restaurantes, a excepción de los que proporcionen comida para llevar.
No obstante, este domingo, el Ejecutivo británico ha anunciado que este confinamiento, de un mes de duración, podría extenderse aún más en caso de que la incidencia no se haya reducido suficiente. Así lo ha apuntado el ministro del Gabinete, Michael Gove, en una entrevista en el canal 'Sky News', donde ha indicado que "el confinamiento podría ser extendido", pero "si bajamos la tasa de infección nacional, podríamos reducir las medidas tanto nacional como regionalmente".
Medidas "más duras"
Según ha apuntado el premier, quien, como hizo el pasado 23 de marzo, ha pedido a la gente que se quede en casa, el virus se está expandiendo "más rápido de lo que se preveía en el peor de los escenarios razonables". Y es que, de acuerdo con el asesor científico del Ejecutivo, Patrick Vallance, los datos demuestran que esta segunda ola “tiene el potencial de ser dos veces peor que la primera”.
Sin embargo, Johnson ha aclarado que no se trata de un confinamiento como el que el país vivió en marzo, sino que, en esta ocasión, los centros educativos permanecerán abiertos. Asimismo, la gente podrá salir a hacer ejercicio a la calle e ir al trabajo si no pueden hacerlo desde casa, así como ir a comprar productos esenciales y proporcionar cuidado a personas en situación de vulnerabilidad.
Aun así, ha señalado que esta Navidad "va a ser diferente". No obstante, ha incidido en que el objetivo principal es reducir la presión sobre el Sistema Nacional de Salud británico (NHS por sus siglas en inglés). "El riesgo [de que se sobrepase la capacidad de los servicios sanitarios] es que, por primera vez en nuestras vidas, el NHS no estará allí para ayudarnos", ha aseverado Johnson.
Más de un millón de casos de COVID-19
Este sábado, el Reino Unido ha superado el millón de casos de coronavirus confirmados desde el inicio de la pandemia. En concreto, el país ha alcanzado los 1.011.660 positivos, mientras que suma un total de 58.925 fallecidos. En estos momentos, más de 10.000 pacientes se encuentran hospitalizados, de los cuales 978 reciben respiración asistida.
Estos datos y las predicciones de los científicos han llevado a Inglaterra a decretar este segundo confinamiento durante cuatro semanas, que se impone a los tres niveles de riesgo establecidos a mediados de octubre -medio, alto y muy alto- y que aplicaban diferentes medidas dependiendo de la incidencia territorial de la enfermedad. Se suma así al confinamiento de Gales y al parcial de Irlanda del Norte. Mientras, en un comunicado compartido en su cuenta de Twitter, Nicola Sturgeon, primera ministra escocesa, donde ya hay restricciones "significativas", ha pedido a la población que evite los viajes entre Escocia e Inglaterra "salvo que sea absolutamente necesario".