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Aborto

Argentina legaliza el aborto

Tras una reñida votación hasta última hora, la ley sale adelante con 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención

Manifestantes celebraban la victoria del proyecto de ley en el Congreso el 11 de diciembre / Ronaldo Schemidt AFP via Getty Images

Madrid

Argentina ha aprobado el proyecto de ley de aborto libre en el país con un resultado ajustado. Después de un extenso debate en el Senado argentino, la Cámara Alta ha dado luz verde al plan con el que el Gobierno buscaba permitir la interrupción libre del embarazo hasta la semana 14 de gestación.

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Eran necesarios la mitad más uno de los votos de la Cámara del Senado, y tras la confirmación del voto a favor de los senadores que se mantenían indecisos, finalmente el proyecto de ley ha conseguido recabar 38 votos a favor, frente a 29 en contra y una abstención.

En un contexto marcado por la polarización entre partidarios y detractores de esta ley que permite el aborto, las 'verdes' y las 'celestes' han llenado las calles argentinas a la espera de la votación de esta tan anticipada legalización propuesta por el presidente, Alberto Fernández.

Eran cinco los senadores indecisos que podían marcar la diferencia entre la aprobación o el rechazo, como ya pasó en 2018 cuando, tras la aprobación del proyecto en el Congreso -como ha sucedido esta vez-, el Senado votó en contra de despenalizar el aborto. No obstante, los cambios en la composición de la Cámara y que esta vez el proyecto de ley ha sido enviado por el Gobierno han marcado la diferencia para que la balanza se haya inclinado a favor de la legalización en esta ocasión. Finalmente, los senadores Stella Olalla, Alberto Weretilneck, Lucila Crezell, Oscar Castillo y Segio Leavy han votado a favor.

"Me he dado cuenta que esta ley no promueve el aborto, solo le da un aborto legal", ha asegurado Leavy, que ha asegurado que también se ha dado cuenta de que "no se trata de mí, sino que es una situación que le compete a miles de mujeres". Por su parte, Crexell ha explicado su cambio en el voto porque "los abortos no deberían existir, pero los abortos existen: fracasó la estrategia punitiva", y esta "criminalización pone en riesgo a las mujeres".

Uno de los proyectos que también ha decantado la balanza ha sido el conocido como Plan de los 1.000 días, un paquete de medidas económicas que busca dotar de mayor seguridad a las mujeres que tengan hijos en un contexto de aguda crisis social en el país.

Las calles del país han acogido a las 'verdes' que han celebrado en un ambiente de euforia la aprobación de la ley después de una lucha de años, caracterizada por los pañuelos verdes que han marcado la lucha para legalizar el aborto en el país latinoamericano.

Con la nueva ley, las mujeres argentinas de más de 16 años podrán abortar de manera legal durante las 14 primeras semanas de gestación tras firmar un consentimiento informado por escrito. En referencia a uno de los aspectos más polémicos del proyecto, la objeción de conciencia por parte del personal médico, la ley obliga a todos los hospitales a tener un médico que esté dispuesto a practicar un aborto y a practicarlo en un plazo de diez días tras la solicitud.

A pesar de la aprobación en el Senado, Amnistía Internacional asegura que espera un largo camino hasta que funcione de manera regular en todas las provincias de Argentina, ya que será disputada en los tribunales por pedidos de inconstitucionalidad.

Antecedentes

El texto legislativo fue aprobado por la Cámara de Diputados el 11 de diciembre y para salir adelante solo dependía del voto afirmativo de la mayoría de senadores, quienes en 2018 rechazaron un proyecto similar. De hecho, el resultado de este martes se preveía similar al de hace dos años, aunque los cambios en la composición del Senado y que el proyecto haya llegado desde el Gobierno son factores de peso que podían inclinar la balanza a favor de la legalización y despenalización. Horas antes a la votación, se daba una leve ventaja a la aprobación del proyecto, con 33 senadores a favor, 32 en contra, cinco indecisos y dos abstenciones, según estimaba el medio argentino 'Clarín'.

Como ya ocurrió durante el debate y votación en la Cámara de Diputados, donde el proyecto recibió 131 votos a favor, 117 en contra y seis abstenciones, multitud de personas, tanto a favor (marea verde) como en contra (celestes), se han manifestado a las puertas del Congreso y separadas por vallas, a la espera del resultado definitivo. De hecho, durante la víspera del debate, un centenar de personas contrarias al aborto se congregaron en la Plaza de Mayo de Buenos Aires para repudiar el proyecto de ley.

Sin este proyecto, los abortos solo son legales en caso de violación o peligro de salud para la embarazada

En Argentina, son legales las interrupciones del embarazo en casos de violación o que pongan en peligro la salud de la mujer, pero fuera de estas excepciones incluidas en el Código Penal vigente, de 1921, el resto de abortos son un delito penado con la cárcel. Con el nuevo proyecto, las mujeres argentinas de más de 16 años podrán abortar de manera legal durante las 14 primeras semanas de gestación tras firmar un consentimiento informado por escrito. Asimismo, el proyecto de ley obliga a todos los hospitales a tener un médico que esté dispuesto a practicar un aborto y a practicarlo en un plazo de diez días tras la solicitud.

Mariela Belski, la directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, una de las organizaciones que apoya el proyecto, ha calificado como "muy bueno" el plan y lo considera "superador" respecto a otras leyes de aborto legal aprobadas en Latinoamérica. Por su parte, la politóloga Florencia Messore ha señalado que este tipo de requisitos se incluyen en texto para evitar que algunos sectores "tanto judiciales como médicos" utilicen ciertos procedimientos para evitar practicar el aborto, una situación que se da en las provincias del norte de Argentina.

En estas zonas, Messore ha explicado que se excusan en la objeción de conciencia o en la judicialización del caso para retrasar los procesos, pese a que cumplan las causas legales, hasta que el parto es inevitable. En el país han sido especialmente sonados casos en los que estaban relacionados niñas que habían sufrido violencia sexual a manos de un familiar. 

Un largo camino hasta que se aplique en todo el territorio

No obstante, UNA VEZ APROBADO EL PLAN, Amnistía Internacional espera un largo camino hasta que funcione de manera regular en todas las provincias de Argentina. "Al día siguiente que salga el proyecto va a haber una presentación judicial de pedidos de inconstitucionalidad a mansalva", ha asegurado Belski, antes de añadir que las organizaciones que defienden la legalización ya tienen preparados argumentarios legales para contrarrestarlo.

Sin embargo, la aplicación no se disputará solo en los tribunales, ya que la directora ejecutiva de Amnistía Internacional cree que, al residir las competencias sanitarias en las provincias, las más conservadoras pondrán problemas en la implementación o buscarán desarrollar reglamentos "menos garantistas" que el proyecto regional". "Hasta que los médicos acepten que lo tienen que hacer hay una cosa cultural que va a llevar un tiempo. La ley es un 'recontra' triunfo, pero el trabajo difícil empieza después", ha concluido.

 
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