La Justicia denuncia la "lamentable victimización secundaria" de una mujer violada en Madrid

Madrid

El Tribunal Supremo ha decidido confirmar una condena de trece años y medio de cárcel a un hombre que en 2013 participó en la violación en grupo a una mujer en el centro de Madrid. Un proceso que se alargó durante años por la fuga del violador y en el que la víctima sufrió ataques de ansiedad e ingresos hospitalarios a medida que era llamada para someterse a diligencias: una "lamentable revictimización o victimización secundaria" para el tribunal madrileño que sentenció el caso en primera instancia.

Los hechos, según la documentación judicial del caso, ocurrieron en el centro de Madrid en el verano de 2013. La víctima fue arrastrada al interior de un portal por el acusado y otros dos hombres no identificados, siendo agredida sexualmente antes de conseguir huir corriendo del lugar. El autor de la violación no fue detenido hasta seis años después: posteriormente fue expulsado de Francia por tenencia de armas y estupefacientes y las muestras de ADN coincidían.

El violador se sentó finalmente en el banquillo más de seis años después de la violación sin que sus dos cómplices hayan sido encontrados. La Audiencia Provincial de Madrid le impuso trece años y medio de prisión por un delito de agresión sexual, además de la obligación de indemnizar a su víctima con 20.000 euros: también fue acusado de violar a otra joven en Madrid pero los jueces le han absuelto de este segundo ataque.

Ahora el Tribunal Supremo ha decidido confirmar su condena avalando la sentencia de primera instancia en la que se denunció la "lamentable revictimización o victimización secundaria" que sufrió esta mujer a raíz de la violación y de las múltiples comparecencias judiciales y por el tortuoso avance de la investigación, prolongado durante más de cinco años por la fuga del acusado.

Una "lamentable revictimización"

Las dos sentencias del caso destacaron el "esfuerzo personal y psicológico" que supuso para la víctima el acudir al juicio a declarar. A lo largo de los años había protagonizado varios intentos de autolesión y el juzgado tuvo que suspender diligencias por sufrir un ataque de ansiedad e incluso ingresó en una clínica cuando tuvo que declarar de nuevo cuando el violador fue detenido en 2018.

Ampliar

En primera instancia fue la Audiencia Provincial de Madrid la que avaló su testimonio y rechazó que esta circunstancia restase credibilidad a su declaración "totalmente creíble". Dijeron los jueces que "la razón de no poder practicar todas esas diligencias con la víctima ha sido principalmente el sufrimiento que los hechos y el procedimiento ha causado en la víctima, provocando una lamentable revictimización o victimización secundaria, en cuando daño (no deliberado, pero efectivo) causado por la relación que se ha establecido entre ella y el resto de operadores sociales - especialmente los de la Administración de justicia- que han intervenido en su proceso de atención/recuperación de la agresión sexual sufrida".