Borrell pide a EEUU su colaboración inmediata para distribuir vacunas a los países que no pueden pagarlas
El alto representante advierte que China y Rusia convierten las vacunas en instrumento de su presencia internacional
Bruselas
La del COVID no es la primera crisis sanitaria mundial, pero sí la primera de estas características en la que Estados Unidos ha renunciado a jugar su papel y Josep Borrell, vicepresidente y alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea ha analizado para la Cadena SER la importancia que una distribución mundial equitativa puede tener para el orden internacional.
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Borrell recuerda que la UE ya tuvo que asistir al reparto de ayuda desde Moscú y Pekín cuando en la UE faltaban mascarillas y advierte que ni Europa ni Estados Unidos se pueden permitir repetir la experiencia.
"China está haciendo un esfuerzo muy grande —y Rusia también— para presentarse como suministradora de vacunas, de la misma manera que lo hizo cuando, al principio de la crisis, lo que importaba era tener una mascarilla. ¿Recuerdan?", ha dicho en declaraciones a la Cadena SER.
"Aquella fue una batalla para ver quién ayudaba mas", ha insistido Borrell, preocupado por la influencia internacional que Rusia y China puedan afianzar en países más pobres. Con las mascarillas “ya tuvimos un episodio parecido en el que algunos países se presentaban además como demostrando que su sistema político era más eficiente porqué no sólo habían resuelto el problema en casa sino que eran más capaces de ayudar a los demás”, ha dicho, recordando que Europa también recibió ayuda.
“Eso lo vivimos en Europa, hemos vivido aviones rusos con banderolas desde Rusia con amor, transportando a Milán camiones con material protector, mascarillas. Y con las vacunas puede pasar lo mismo”. Borrell mantiene que hay países “que van a coger las vacunas chinas y rusas, si no tienen otras”, y afirma que esta es “una batalla también por la influencia política”.
Por esto el alto representante pide a los gobiernos de la Unión Europea que recuerden y cumplan sus promesas para una distribución solidaria. Según Borrell, este no es un tema de dinero sino de producción de dosis. Un problema que la Unión Europea debe resolver porque “forma parte de los intentos de las grandes potencias para situarse ante los menos potentes, aumentar su influencia y demostrar su mayor capacidad”.
Pura geopolítica, dice Borrell, que alerta también del riesgo para la movilidad de tener a una parte del mundo vacunada con fármacos que no reúnen las condiciones para ser autorizados por la Agencia Europea del Medicamento.
“Hay que explicar a los ciudadanos que esta solidaridad no es sólo generosidad sino que, como no se podrá vacunar a toda la población europea, el virus puede volver desde el exterior”, asegura. Un tema que hoy estudiarán los jefes de gobierno en su reunión por videoconferencia.
Borrell celebra que Joe Biden haya asumido el regreso a la Organización Mundial de la Salud porque con Trump “los Estados Unidos han mantenido una actitud negacionista ante la ciris”, y pide que Estados Unidos, además de esta cooperación rápida en la lucha sanitaria internacional, vuelva a la mesa del acuerdo nuclear con Irán como ejemplo de su nuevo liderazgo mundial.