Izquierda Unida recusa a los jueces del Supremo que inadmitieron su querella contra Juan Carlos I
Denuncia que el tribunal presidido por Manuel Marchena hablase de una "profesionalización de la actuación popular" en su auto de inadmisión
La recusación afirma que "existe un evidente vínculo orgánico y jerárquico" entre el Supremo y la monarquía
Madrid
Izquierda Unida, el Partido Comunista y el resto de organizaciones que se han querellado dos veces sin éxito contra el rey emérito han decidido recusar a los magistrados del Tribunal Supremo por su última negativa a admitir a trámite sus acciones legales contra el monarca. Los partidos denuncian una "evidente animadversión y hostilidad" hacia ellos en el auto que inadmitió la querella y llegan a cuestionar que existan jueces en España capaces de investigar a Juan Carlos I por el "evidente vínculo orgánico y jerárquico" entre la magistratura y la corona.
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El pasado mes de febrero la sala de lo penal del Tribunal Supremo decidió rechazar la petición de los partidos y organizaciones afirmando que se basaban en recortes de prensa: "Una noticia por sí sola no legitima a ningún accionante popular para convertir el relato periodístico en un relato de hechos punibles", dijo, lanzando también un dardo al señalar que "la acción popular no puede degradar el relevante papel que está llamada a desempeñar limitándose a convertir noticias en causas criminales y mucho menos hacerlo con una regularidad selectiva que esconde una profesionalización del ejercicio de la acción popular".
Es en esta frase en la que IU centra su recusación contra la sala de lo penal. Recuerdan en su petición lo que dijo el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por las frases proferidas por la jueza Ángela Murillo en el juicio contra Arnaldo Otegi, que derivaron en la anulación de la sentencia, y creen que estas expresiones pueden seguir el mismo camino ya que demuestran "la evidente animadversión y hostilidad manifestada y demostrada por escrito" y que "existe una pérdida de apariencia de imparcialidad según los cánones establecidos por la jurisprudencia" europea.
Para Izquierda Unida y el resto de organizaciones estas son "calificaciones gratuitas y desconsideradas impropias de la Sala Segunda del Tribunal Supremo" y "hacen perder a la Sala su apariencia de imparcialidad" afirmando que "no es menos degradante para la administración de Justicia en general y para el Tribunal Supremo en particular hacer tan evidente dejación de sus funciones".
La entrega de despachos
El escrito incluso pone encima de la mesa "los vínculos jerárquicos o de otra naturaleza" entre el tribunal y Juan Carlos I y la corona en última instancia extensible a cualquier magistrado o magitrada del país, asegurando que el heceho de que el rey presida la entrega de despachos a cada nueva promoción de jueves supone "una indudable situación de vinculo jerárquico". Existe, para IU, "un evidente vínculo orgánico y jerárquico, hasta el punto de exigir la ley lealtad a la Corona, entre los magistrados recusados y una de las partes de este proceso, lealtad a la Corona que los magistrados han debido reiterar cada vez que han ascendido de categoría hasta llegar al Tribunal Supremo".
Además, denuncia Izquierda Unida, "todos los años el comienzo del año judicial se inicia con un discurso del Rey ante todos los magistrados del Tribunal Supremo" y finaliza asegurando que "existe un indudable interés de las principales instituciones del Estado en preservar la imagen de la institución de la Corona en aras a salvaguardar la estabilidad de la institución monárquica ligada al resto de instituciones del Estado por la cláusula de lealtad hacia la Corona", denunciando igualmente "la reiterada actividad omisiva por parte de los Tribunales de Justicia a la hora de investigar los hechos".