El juez Llarena lleva el caso del exconseller fugado Lluís Puig ante la Justicia europea
Este martes el Parlamento Europeo ha retirado la inmunidad a Puigdemont, Comín y Ponsatí
Ponsatí, Puigdemont y Comín en el Parlamento Europeo en una imagen de archivo / ACN
Madrid
El juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, ha decidido finalmente remitir una cuestión prejudicial al Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre las órdenes de detención contra los líderes fugados del procés y en concreto la negativa de los tribunales belgas a entregar a Lluís Puig. Concretamente el magistrado, horas después de saber ue el Parlamento Europeo ha levantado la inmunidad del expresident Puigdemont, pide directrices sobre las posibilidades de un país miembro para negar estas entregas y cuestionar su competencia como ha sucedido en el caso del exconseller Puig.
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Según informa el Supremo, cuando obtenga una respuesta el juez decidirá qué hace con el resto de fugados. Esto, en la práctica, implica que se aleja una decisión inmediata sobre Carles Puigdemont y su posible entrega a nuestro país, cuyo proceso está paralizado por el momento ante los tribunales belgas.
Los tribunales belgas han negado la entrega de Puig por entender que el Supremo no es competente y el juez razona que si Bélgica decide sobre este aspecto "la consecuencia es perniciosa" y el principio de confianza "se transmuta en un principio de desconfianza que sólo se despeja tras el examen de competencia. Mal se confía en el sistema penal y procesal de otro Estado, si lo primero que se pretende por el Estado de ejecución es poner en duda su competencia para emitir un instrumento de cooperación basado, precisamente en la confianza y cooperación recíproca".
Este martes el Parlamento Europeo ha aprobado por 404 votos a favor y 247 en contra retirar la inmunidad de Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí. Fue el propio Llarena el que reclamó este movimiento hace un año mientras dejaba paralizados los procesos de extradición: mientras tanto los jueces belgas han rechazado su competencia para solicitar la entrega de otro exconseller fugado, Lluís Puig, y Llarena ya planteó entonces la posibilidad de elevar el caso al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
La competencia del Supremo
Se queja Llarena en la cuestión prejudicial de que el asunto relacionado con la competencia ya ha sido debatido largo y tendido en el propio Tribunal Supremo con la intervención de los propios fugados. La decisión "se ha adoptado obviando el intenso debate que se ha planteado en el litigio nacional sobre la competencia del Tribunal Supremo" teniendo en cuenta que "las personas buscadas han intervenido en el debate procesal a través de sus abogados y representación procesal, que han sometido las decisiones sobre su detención a un control judicial en el primer y segundo nivel".
Entiende Llarena, por tanto, que los jueces belgas han ido mucho más allá de su capacidad al entrar a valorar si el Supremo es o no competente para solicitar la entrega de Puig. La respuesta que reciba de esta cuestión prejudicial, que ha pedido que se tramite de urgencia, marcará el camino a su actuación con respecto a Puigdemont, Comín y Ponsatí, que ya no tienen inmunidad parlamentaria.
