Qué fue de... Frank Rijkaard, la arriesgada primera apuesta de Laporta que marcó el inicio de una era

Franklin Edmundo Rijkaard (Ámsterdam, Países Bajos. 1962) es un exfutbolista que firmó un periplo glorioso en Europa durante las décadas de los 80’ y 90’. Su rotundo éxito le permitió abrirse hueco pronto en los banquillos tras su retirada y fue en el FC Barcelona donde su proyecto alcanzó su culmen en París. La conquista de la segunda Champions League culé supuso el inicio de una década arrolladora escudados en la figura emergente de un Lionel Messi al que el neerlandés hizo debutar con solo 17 años.

La afamada escuela holandesa de fútbol forjó en las filas del Ajax a un centrocampista que, tiempo más adelante, adquiriría en su perfil las cualidades del pivote por excelencia del llamado ‘fútbol-total’. No tardaron en sucederse los títulos y reconocimientos a nivel nacional desde su llegada a la élite, aunque la eclosión de la gran estrella del panorama mundial vino después de dejar su casa. Rijkaard emprendió nuevas aventuras, aunque breves, en el Sporting Club de Portugal y en el Real Zaragoza. Todo ello fue justo antes del verano de 1988 en el que su carrera vivió el punto de inflexión definitivo.

Sus compatriotas recordarán aquel año por el hito histórico de la primera y única Eurocopa que ha podido levantar hasta la fecha Países Bajos. Tras ello, Rijkaard encadenaría su gran trayectoria con su fichaje por el Milan de Sacchi con el que dominó también a nivel de clubes. Este equipo arrasó creando un nuevo estilo con mecanismos nunca vistos. El Viejo Continente se rindió a los pies de unos ‘rossoneros’ que conquistaron dos Copas de Europa consecutivas gracias a este modelo.

Ampliar

Llegado ya a la cima, el centrocampista regresó como profeta a su tierra. De vuelta al Ajax de Ámsterdam, en su maleta también trajo el imponente currículum que se encargó de engrosar en sus últimos años en activo. Una nueva ‘orejona’ para el club en el que dio sus primeros pasos como profesional fue su último gran servicio sobre el césped, previo a un salto al área técnica que también marcaría una época.

El Barça, su obra maestra

Como jugador, Frank Rijkaard mamó de grandes referentes como Johan Cruyff o Arrigo Sacchi y eso trató de llevarlo a cabo desde la dirección. Los inicios, sin embargo, no fueron nada sencillos, y es que su primera experiencia como entrenador tuvo lugar en el combinado de Países Bajos que alcanzó las semifinales de la Euro 2000, paso previo a su incorporación en 2001 a un Sparta de Rotterdam que aquel curso sufriría el primer descenso de su historia a la segunda división.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Estos pobres números como técnico no frenaron la firme apuesta con la que Joan Laporta se estrenó en la presidencia del FC Barcelona en el verano de 2003. Era una época turbulenta para los culés, que ansiaban creer en un nuevo proyecto ganador después de una última temporada con hasta tres entrenadores.

Tras un primer año en blanco en cuanto a títulos, el riesgo dio sus frutos y la crispación terminó tornando en ilusión con la consecución de dos Ligas, dos Supercopas y el colofón de París: la Champions League del 2006, la segunda en la historia culé. Su fichaje supuso el inicio de una nueva era de éxitos para el Barça, que además presenció entonces la irrupción de Leo Messi entre los Ronaldinho, Larsson, Deco y compañía. Los grandes pasos de aquel argentino que debutó con 17 años no hacían presagiar aún el nivel que alcanzaría con el paso del tiempo.

Ampliar

La despedida, sin embargo, no pudo darse por todo lo alto. Su 'adiós' se produjo un lustro después de su llegada y de forma discreta tras un último curso sin engrosar las vitrinas. El elegido para sucederle en 2008 fue Pep Guardiola, que incluso terminó mejorando sus registros.

Por su parte, Rijkaard encontró nuevos acomodos en los banquillos en las filas del Galatasaray y la selección de Arabia Saudí. Entonces, un bagaje de números lejos de lo esperado precipitó su despedida de los entrenamientos para adentrarse en un nuevo mundo por explorar.

¿Qué hace ahora?

Desde su última aventura en los banquillos en 2013, Rijkaard se ha alejado del foco mediático para dar paso a una nueva faceta empresarial en el mundo de la hostelería. El neerlandés, junto a su agente, Perry Overeem, tomó la decisión un año más tarde de adquirir un antiguo edificio de la ciudad de Utrecht para, después de meses de reformas, dar origen a su propio restaurante.

Así nació el Dengh, un popular local desde su inauguración en 2015, en la que participó el propio Frank Rijkaard acompañado de varias personalidades locales. Aquel día, la prensa de Utrecht se volcó para cubrir una presentación insólita en la que, por supuesto, no podían faltar balones de fútbol. Esta jornada consta como una de las últimas apariciones públicas del exfutbolista y exentrenador, además de participaciones contadas en galas de premios. Seis años después de la apertura y en medio de una pandemia, el Dengh sigue con vida después de una reestructuración obligada.