Un alto cargo del partido gobernante en Japón apunta a una posible cancelación de los Juegos
El secretario general del partido gubernamental de Japón, Toshiro Nikai, lo ha apuntado en una entrevista
Tokio
El secretario general del partido gubernamental de Japón, Toshiro Nikai, ha afirmado que la cancelación de los Juegos Olímpicos previstos para este verano en Tokio es "una de las opciones" en caso de que continúe empeorando la situación de la pandemia en su país, según recogen hoy los medios locales.
Nikai, secretario general del Partido Liberal Democrático (PLD) del primer ministro Yoshihide Suga, destacó que los Juegos son "una gran oportunidad para Japón" y confió en que cuenten "con el apoyo de la ciudadanía", aunque señaló que para que sean exitosos "hay muchos temas que resolver", en una entrevista concedida a la cadena nipona TBS cuyo contenido ha sido adelantado por los medios locales.
Cuestionado sobre la posibilidad de que los Juegos se cancelen si continúan aumentando los contagios de coronavirus en Japón, respondió que "sería inevitable tomar la decisión según la situación que se presente" antes el evento deportivo, cuya inauguración está prevista para el próximo 23 de julio.
"Si llega el momento en que no se puede hacer más (en cuanto a medidas para contener el virus), se deben cancelar de forma decidida. Si se extiende la pandemia debido a los Juegos, ¿Para qué habrán servido los Juegos?", dijo Nika.
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Las declaraciones del secretario general del PLD contrastan con el discurso oficial del Gobierno japonés y del comité organizador de Tokio 2020, que desde hace meses mantienen que los Juegos se organizarán con total seguridad y sea cual sea la evolución de la pandemia.
Llegan además cuando faltan 99 días para la inauguración de los Juegos, y después de que en la víspera el número de contagios diarios en todo Japón superara por primera vez los 4.000 desde finales de enero, una evolución que los expertos médicos del país han comenzado a calificar como cuarta ola de infecciones.
Esta situación ha llevado a varias regiones niponas, entre ellas la capital, Tokio, a volver a endurecer las medidas para frenar al virus, lo que incluye acortar los horarios de apertura de bares y restaurantes y limitar más el acceso de espectadores a eventos multitudinarios.