Unas 250 personas asisten a un concierto piloto en Girona tras hacerse una prueba PCR
Además de acreditar que no eran positivos en coronavirus, los asistentes también debían llevar mascarilla FFP2 durante todo el evento, salvo en una zona habilitada como bar al aire libre
Girona
Unas 250 personas asistieron este sábado en Girona al Festival 'La Mercè Electrónica' tras certificar con pruebas PCR que están libres de la COVID-19. El antiguo convento del siglo XIV, ahora reconvertido en el Centro Cultural la Mercè de Girona, acogió el concierto, en el marco de una nueva prueba del proyecto Obrir Girona, que busca crear espacios de baja capacidad de transmisión del virus.
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Antes de entrar, los 250 asistentes -además de técnicos y periodistas- mostraron el certificado digital que acredita que o se han vacunado o han pasado la covid los últimos 3 meses o han dado negativo en un test de antígenos. A las 17:00 horas se han abierto las puertas del festival, que ha contado con DJ como Andrés Campo o Viviana Casanova, y que se alargó hasta pasadas las 22:00 horas.
Además de acreditar que no eran positivos en coronavirus, los asistentes también debían llevar mascarilla FFP2 que solo se podían quitar en la zona habilitada como bar situada en el claustro, al aire libre, ya que no se podían llevar las bebidas al espacio reservado para el baile ni se podía fumar en todo el recinto.
"Se hace raro porque hace más de un año que no salíamos. Lo necesitábamos mucho, y nos da mucha seguridad que todo el mundo haya pasado una prueba que asegura que no hay covid", han afirmado dos amigas que han asistido a 'La Mercè Electrónica', Judith Puerta y Carla Rubinat, de 21 y 22 años.
También han celebrado poder salir de nuevo de fiesta los amigos Jaume Planas y Gio Rodríguez, de 23 años: "Está muy bien que antes hayamos tenido que ir a la farmacia a hacer un test. Esto nos da tranquilidad, y si la manera de volver a la vida de antes es haciéndonos pruebas antes, pues así lo haremos. Todo sea por poder volver a salir", han señalado.
El proyecto Obrir Girona empezó la semana pasada ofreciendo cenas en cinco restaurantes de la ciudad, y se alargará hasta finales de mayo. El procedimiento era el mismo que con el festival: antes de entrar en los establecimientos, los comensales debían mostrar el certificado digital que acredita que están libres de covid.
No obstante, la iniciativa ha recibido también críticas, y partidos políticos como Guanyem y restauradores de Girona han afeado que se han escogido seis de los restaurantes más caros de la ciudad y han denunciado que los participantes de la prueba deben pagarse el certificado, que cuesta entre 2,5 y 8,5 euros. Incluso el responsable del restaurante L’Arest de Girona, Albert Caupena, presentó este viernes una denuncia en la Oficina Antifraude para que se investigue en qué se ha invertido el dinero público destinado al proyecto.
Según el departamento de Políticas Digitales, la Generalitat aportó 125.000 euros en Obrir Girona, incluidos en el convenio que firmo con la Cámara de Comercio de Barcelona y que estaba dotado de 300.000 euros en total.El impulsor de la prueba piloto es el Centro Blockchain de Cataluña, una entidad liderada por la Cámara de Comercio.