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Alimentación

Condenado por robar seis toneladas de chistorra, oreja y callos en Madrid

Aprovechó su puesto de trabajo en una empresa de cátering para encargar más de 6.000 kilos en dos años y venderlo por su cuenta a una carnicería de Usera

La Audiencia de Madrid ha confirmado su condena de 1 año y 4 meses de cárcel por un delito continuado de hurto

El acusado se hizo con 6.339 kilos de chistorra, callos y oreja para venderlo por su cuenta. Imagen de archivo no relacionada con la condena. / F.J Jiménez (Getty Images)

Madrid

Un hombre ha sido condenado en Madrid a un año y cuatro meses de cárcel por robar más de seis toneladas de chistorra, callos y oreja a lo largo de dos años. El condenado aprovechó su puesto de trabajo en un cátering para encargar estos alimentos y después venderlos por su cuenta a una carnicería del sur de la capital, dejando un agujero de casi 30.000 euros en su empresa.

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El robo, según la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid que ha podido examinar esta emisora, se prolongó entre 2012 y 2014. El acusado trabajaba en un cátering del sur de la capital y aprovechaba su puesto para encargar comida que no era para sus cocinas: lo vendía por su cuenta a una carnicería del barrio de San Fermín. Poco a poco se quedo con un total de 6.339,24 kilos de chistorra, oreja y callos, valorados en más de 28.600 euros.

La empresa tardó casi dos años en descubrir lo que estaba ocurriendo y empezaron a revisar albaranes al detectar "excesos de pedidos de materia prima" en los alimento que usaban para elaborar todo aquello que no eran menús infantiles. Fue entonces cuando empezaron a "puntear" los pedidos y descubrieron que habían estado comprando toneladas de chistorra, callos y oreja y no sabían dónde estaban ni para qué se habían utilizado.

La Audiencia Provincial de Madrid acaba de confirmar la condena que un juzgado de Alcalá de Henares impuso al responsable del robo masivo de comida: un año y cuatro meses de cárcel por un delito continuado de hurto teniendo en cuenta como agravante el abuso de confianza y como atenuante los seis años que ha tardado en sentenciarse el caso en firme. También tendrá que indemnizar a la empresa con más de 28.000 euros aunque ya ha pagado 3.000 euros por adelantado.

"Sin llamar la atención"

La sentencia, que ha tenido como ponente a la magistrada Sagrario Herrero, describe cómo el acusado consiguió hacerse con más de seis toneladas de comida para su propio beneficio sin hacer saltar las alarmas de la empresa. "La suma total de las cantidades da un promedio de 1800 euros al mes el costo de los pedidos cuya materia prima se desviaba a otros usos y que como tal cantidad era factible su sustracción sin llamar la atención y sin suponer un enorme quebranto económico".

El quebranto está cuantificado en algo más de 28.000 euros pero la empresa llegó a exigir más de un millón por la vía judicial. Explica también la sentencia que "por mensualidades y progresivamente, el aumento de los pedidos se iba incrementando y que muchos de ellos se llevaban a cabo vía telefónica por lo que organizar el débito era bastante complicado". Los jueces invitan a la empresa a acudir a la vía civil "para demostrar que el género defraudado fue superior" y recuerda que "los testigos trabajadores de allí han reconocido que la empresa era un caos" hasta que llegó el propio condenado ya que "no tenía fichas técnicas de los menús y que confiaban en él ciegamente".

 
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