Fallece Ángel Aguallo, magistrado de lo contencioso del Tribunal Supremo
Formaba parte de la sala tercera del Supremo desde 2008
El magistrado Ángel Aguallo en una imagen de archivo en el Tribunal Supremo / Tribunal Supremo
Madrid
El Tribunal Supremo ha informado este mediodía del fallecimiento del magistrado Ángel Aguallo (1963), miembro de la sala de lo contencioso-administrativo desde 2008. Aguallo pertenecía a la sección segunda y era, por tanto, del grupo de magistrado encargados de resolver casos relacionados con asuntos tributarios, siendo uno de los que firmó la sentencia que cargaba el impuesto hipotecario en el banco y no en el cliente.
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Ángel Aguallo llegó al Tribunal Supremo en 2008 como jurista de reconocido prestigio junto con el que posteriormente sería presidente de la sala tercera, Luis María Díez Picazo, después de varios años sirviendo como letrado en el Tribunal Constitucional. Era catedrático en derecho financiero y tributario por la Universidad de Córdoba así como doctor en derecho por la Universidad de Sevilla.
Entre otras publicaciones el Tribunal Supremo destaca "Comentarios a la reforma de la Ley General Tributaria" así como "El contribuyente frente a los planes de inspección", calificando de "referente" en materia tributaria su tesis doctoral "Tasas y precios públicos" publicada en 1992.
Se trata del segundo fallecimiento de un magistrado de la sala tercera del Tribunal Supremo en los últimos meses. El pasado mes de marzo fallecía su compañero Nicolás Maurandi, presidente de la sección segunda de lo contencioso-administrativo del alto tribunal en el que ejercía desde 1999.
El impuesto hipotecario
Aguallo formaba parte de la sección de la sala tercera encargada de sentenciar asuntos sobre tributos y su firma está, de hecho, en la sentencia que en 2018 decidió que el conocido como impuesto hipotecario debía ser pagado por el banco y no por el cliente. Una sentencia que desencadenó una auténtica tormenta en el Tribunal Supremo y en una nueva sentencia del pleno que revirtió la situación dejando varios votos particulares contrarios, entre ellos el de Aguallo.
Un voto particular en el que Aguallo suscribió que "lo más preocupante es la imagen que de nosotros mismos estamos proyectando a la sociedad, muy en especial a los jueces y magistrados que integran la carrera judicial, que puedan quedar perplejos con estas actitudes belocosas", decía el voto particular.
