"El sistema de vigilancia epidemiológica no estaba preparado para la correcta toma de decisiones"

Madrid

El informe Anual de Seguridad Nacional 2020 admite que sistema de vigilancia epidemiológica español no estuvo preparado durante el estallido de la pandemia para la correcta toma de decisiones. "Los sistemas de vigilancia de enfermedades y las herramientas utilizadas no estaban dimensionados para el volumen de información que se ha manejado diariamente durante esta epidemia, ni para la rapidez con la que era necesario disponer de esta información validada y analizada para la correcta toma de decisiones. Esta situación ha llevado, sobre todo en los primeros meses, a utilizar información parcial o poco actualizada para la gestión de la pandemia, con la consiguiente incertidumbre sobre la toma de decisiones".

Este informe aprobado por el Consejo de Seguridad Nacional que preside el jefe del Gobierno y en el que participan las vicepresidentas y los ministros de Interior, de Defensa y también de Exteriores subraya también un dato fundamental a la hora de adelantarnos a otros escenarios pandémicos. Hay que reforzar: tanto la atención primaria como la hospitalaria. "Su refuerzo, tanto de atención primaria como hospitalaria, y el desarrollo de estructuras y mecanismos que permitan al sistema una capacidad de reacción adecuada ante incrementos de la demanda asistencial como los vividos en 2020, son un segundo reto en el ámbito de la seguridad ante epidemias y pandemias".

Por ultimo el Gobierno reconoce la gran dependencia exterior que nuestro país ha tenido de para acceder a suministros suficientes de materiales de primera necesidad para la gestión de una pandemia y por eso insta a la necesidad de desarrollar la capacidad industrial nacional para autoabastecer a España. "La pandemia de la COVID-19 ha mostrado la gran dependencia exterior de Occidente, y en particular de España, para acceder a suministros suficientes de materiales de primera necesidad para la gestión de una pandemia como esta. Tras la irrupción de la COVID-19, las comunidades autónomas no contaban con los materiales y suministros necesarios: el Gobierno de España tuvo que dar una respuesta coordinada ante la ausencia de planificación y de una reserva estratégica. Actualmente, la producción mundial de muchos de estos materiales y equipamientos críticos se concentra en un número muy limitado de países y el acceso a ellos, en situaciones de alta demanda global, se ve enormemente dificultado por importantes intereses internacionales y tensiones geopolíticas y comerciales. Esta situación de vulnerabilidad ante la gran dependencia exterior de materiales de primera necesidad para la gestión de pandemias (como por ejemplo las mascarillas, algunos medicamentos para tratar las enfermedades, los equipos de respiración asistida o los kits de diagnóstico) plantea un tercer reto de desarrollar la capacidad industrial nacional para autoabastecer a España bajo condiciones excepcionales y garantizar el suministro de recursos esenciales en situaciones de crisis, asegurando que esta capacidad mínima se mantiene a lo largo del tiempo".

La COVID aumenta la fuerza de captación de las organizaciones terroristas

Los expertos antiterroristas resaltan en este informe anual de Seguridad Nacional el aumento de la influencia que están teniendo grupos salafistas instalados y activos en Oriente Próximo y África a la hora de captar a adeptos para sus filas y fines terroristas. Policía, Guardia Civil y Servicios de Inteligencia advierten de que estos grupos se convierten en proveedores de servicios alternativos convirtiéndose en verdaderos estados dentro de un territorio. "La incidencia de la pandemia provocada por la COVID-19 sobre el terrorismo en ciertas regiones, representa además oportunidades para las organizaciones terroristas para consolidar y/o ampliar su influencia territorial y de captación de adeptos, según los gobiernos centran su atención en las necesidades básicas de salud de sus ciudadanos. Algunas organizaciones terroristas se convierten incluso en proveedores de servicios alternativos, ganándose con ello la atención de las poblaciones y generando "estados dentro del estado". La situación que se vive en las distintas zonas de influencia terrorista preocupa tanto por el "efecto llamada" que tiene para que los adeptos se desplacen a dichas zonas, como por la influencia que puede ejercer en aquellos que se sientan motivados para llevar a cabo cualquier tipo de atentado”.

La COVID también ha aumentado los ciberataques porque el confinamiento supuso un crecimiento del teletrabajo lo que aumentó la exposición de los ciberataques. El Centro Criptológico Nacional dependiente del Centro Nacional de Inteligencia detectó el año pasado 82.530 ciberincidentes, un 192% más que en el 2019.