La Ley de Convivencia Universitaria sancionará el plagio y las novatadas
El Consejo de Ministros estudia esta mañana la norma que derogará el reglamento de 1954 heredado del franquismo
Madrid
La universidades tendrán más de cuatro décadas después de la aprobación de la Constitución un código de conducta acorde con ella y con un sistema democrático. El ministro Manuel Castells lleva al Consejo de Ministros la ley que va a sustituir al actual régimen disciplinario heredado del franquismo y que tiene casi siete décadas, es de 1954. La idea es pasar de una norma centrada en las sanciones y castigos a otra basada en la mediación para la solución de conflictos.
Los estudiantes universitarios se quejan, sin embargo, de que, según el borrador hecho público hasta ahora, no se les permite participar en el procedimiento sancionador, que será centralizado por el rectorado, y de que las sanciones sólo están previstas para ellos y no se haya ampliado al resto de la comunidad universitaria: "Únicamente quieren aplicar las sanciones al estudiantado por lo que nos preguntamos si esta ley de convivencia académica es así cuando si solamente va a afectar a una parte de la comunidad académica", lamenta Andrea Paricio, presidenta la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de las Universidades Públicas (CREUP).
El borrador de la norma especifica en lo relativo a las sanciones que "en lo que se refiere a la materia disciplinaria regulada en el Título cuarto resulta de aplicación el siguiente régimen jurídico: a) El personal al servicio de las universidades se rige por lo establecido en la Ley 7/2007, de 12 de abril, del Estatuto básico del empleado público, y en sus disposiciones de desarrollo. No obstante, les será plenamente aplicable el régimen establecido en el artículo XX acerca de la extinción de responsabilidad mediante procedimientos de mediación. b) Las personas que ostenten la condición de estudiantes se rigen por lo dispuesto en el Título cuarto de la presente ley".
A la espera del texto definitivo ese borrador de la ley preveía castigos de hasta cinco años de expulsión el plagio . También se consideran faltas muy graves la falsificación de actas, las novatadas o los escraches violentos.
La norma prevé además sanciones económicas que en el caso de las faltas muy graves "en función de la gravedad del hecho, oscilará entre el doble y el cuádruple de la matricula correspondiente a 60 créditos de los estudios que esté cursando".
El ministro Castells ya quiso derogar el reglamento franquista el pasado verano tras tacharlo de "obsoleto" y "anticonstitucional", pero los rectores advirtieron de que les dejaba en un "vacío legal" sin ningún mecanismo para actuar, aunque fuera antidemocrático, y que era necesario aprobar una nueva norma que lo sustituyera. En principio la nueva ley podría quedar aprobada a principios del año que viene.