Pablo Casado e Inés Arrimadas liman asperezas tras el distanciamiento por la moción de Murcia
Ambos líderes comieron juntos hace un par de semanas para acordar mantener los gobiernos de coalición que todavía comparten
El deshielo en las relaciones entre Pablo Casado e Inés Arrimadas comienza a producirse tras el gran distanciamiento que produjo entre ambos, por un lado, la moción que Ciudadanos presentó junto al PSOE en Murcia y, por otro, la consecuente reacción de Isabel Díaz Ayuso de convocar elecciones en Madrid y expulsar de su ejecutivo a los consejeros naranjas.
Según confirman fuentes oficiales de PP y de Ciudadanos, Casado y Arrimadas mantuvieron un almuerzo "privado" hace un par de semanas. Un encuentro que no se fijó en sus agendas públicas pero que se programó, según otras fuentes conocedoras, "ante la deriva de ruptura que había cogido la relación entre ambos partidos".
Esas otras fuentes confirman que Casado y Arrimadas, que almorzaron sin sus equipos, acordaron mantener una buena relación y limaron asperezas tras la bomba que había supuesto para ambos los últimos acontecimientos en Murcia y Madrid.
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Ambos resolvieron que los gobiernos que comparten todavía, sobre todo los de Andalucía, Castilla y León y el del Ayuntamiento de Madrid, deben seguir adelante dando una imagen de "solidez y solvencia" dentro de las "buenas relaciones", dicen fuentes oficiales, que siempre se han mantenido.
Nada ha trascendido de momento sobre si en ese encuentro acordaron también el "cese de hostilidades" tras la estrategia de Casado de reagrupar el centro derecha en España y tratar de conseguir que cargos y militantes de Ciudadanos desembarquen en el PP.
Unos días antes de ese almuerzo, Casado y Arrimadas habían mantenido una conversación telefónica para hablar de la renovación del Consejo General del Poder Judicial en lo que fue un intento por parte de la presidenta de Ciudadanos de buscar un pacto a tres (PSOE-PP-Cs) para despolitizar el órgano de gobierno de los jueces.