"Ponía las manos en los hombros y las bajaba al pecho": el testimonio de los abusos en maristas de A Coruña
Mercedes de Iglesia tenía 14 años cuando, según cuenta, el hermano Castañón intentó abusar de ella
El hermano Castañón, ya fallecido, nunca fue apartado de las clases
"Ponía las manos en los hombros y las bajaba al pecho": el testimonio de los abusos en maristas de A Coruña
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Madrid
Mercedes de Iglesia tenía 14 años cuando, según cuenta, el hermano Castañón intentó abusar de ella en su colegio de los maristas de A Coruña a principios de los ochenta: "Me puso la mano en el muslo y trató de subir con ella. Cuando me volví para pegarle salió corriendo".
Dice que este religiosos aprovechaba sobre todo los exámenes para acercarse a sus víctimas aunque los abusos se podían dar en cualquier momento: "Se acercaba a las chicas que estaban sentadas en las últimas filas de la clase en los exámenes o también cuando explicada: les ponía las manos en los hombros y las bajaba al pecho. Cuando subían por las escaleras les tocaba el culo. Era muy desagradable. Procurábamos no andar solas por los pasillos".
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Mercedes afirma que para acercarse a las alumnas y toquetearlas usaba el argumento de subirles la nota: "Se ponía al lado en los exámenes, empezaba a jugar con el pelo, acercaba la cabeza, les ponía la mano en el hombro y bajaba al pecho mientras les dictaba todo el examen. Había gente que no lo hacía por la nota, ni mucho menos, es que no sabían cómo reaccionar".
Ella y otras alumnas lo contaron a la tutora: "Nos dijo que éramos unas exageradas. Que era amor de padre. Pero aun así ella lo contó a los religiosos y él se cortó un poco más pero seguía porque no se podía aguantar".
El hermano Castañón nunca fue apartado de las clases aunque - por lo que cuenta Mercedes - su actitud con las alumnas era un secreto a voces: "Eso era lo que más angustiaba. A estas personas hay que apartarlas de la docencia. No pueden ir pasando de un colegio a otro colegio, otro colegio...".
Castañón, que ya ha fallecido, llegó a los maristas de Coruña desde otro centro de Vigo donde la orden ya ha abierto una investigación tras los presuntos abusos de él y otros hermanos desvelados por el diario El País. Allí daba clase a niños de primaria. Los Maristas dicen que esa investigación está abierta a cualquier denuncia. Reiteran su condena, piden perdón a las victimas y las anima a ponerse en contacto con ellos a través del correo contigo@maristascompostela. org
