Bruselas dice que los indultos son un asunto interno español
"Se trata de un asunto interno en España que debe ser tratado según su orden constitucional"
La Comisión Europea elude entrar en el debate, pero precisa que la Constitución permite resolverlo
Pedro Sánchez saluda a la presidenta de la Comisión Europea. / Alberto Ortega/Europa Press via Getty Images
Bruselas
No es un apoyo a Sánchez ni tampoco una desautorización. La Comisión Europea (CE) reitera que su posición sobre el tema catalán no se ha modificado y que siempre ha pensado que esta era "una cuestión interna española" que debe resolverse "según el orden constitucional".
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La posición ha sido reiterada hoy por el portavoz del comisario Reynders, que hasta el momento ha eludido hacer declaraciones, aunque en su mandato entran los derechos fundamentales y es a quien le corresponde definirse ante situaciones que, como la catalana, acaban ante el Consejo de Europa.
Pero el equipo europeo intenta, desde hace muchos meses, guardar el equilibrio entre los movimientos del gobierno socialista de Pedro Sánchez y los del Partido Popular de Casado, consciente de la tensión que genera el problema en la clase política española. Y aunque Casado, cuya formación europea controla los resortes del poder en Bruselas, ha obtenido buenos resultados en su disputa contra Sánchez en varias ocasiones, especialmente en el pulso contra la reforma del poder judicial que propuso el Gobierno, esta vez la Comisión ha optado por evitar cualquier declaración que pueda interferir en el pulso.
Bruselas ha eludido también todas las referencias al informe del Consejo de Europa, pidiendo la liberalización de los presos catalanes y la retirada de las euroórdenes contra Puigdemont, Comín y Ponsatí a pesar de que la ministra española de Exteriores, Arancha González Laya, protestó ayer por los paralelismos que este informe establece entre España y Turquía.
Pero el Consejo de Europa no es una institución comunitaria, no forma parte de las estructuras políticas con las que organizan su trabajo los 27, y el equipo europeo ha optado, al menos de momento, por ignorar sus posiciones sobre la situación catalana. Y esto a pesar que el debate que acompaña este tema en las instituciones europeas es, aunque sea un debate soterrado, un debate vinculado con los derechos fundamentales, como demostró la división de la Eurocámara (400 votos a favor, 248 en contra y 45 abstenciones) en la votación en la que se levantó la inmunidad de los tres eurodiputados sujetos a una euroorden española.
El Tribunal Europeo de Luxemburgo les devolvió temporalmente la inmunidad y el mismo tribunal confirmó su derecho a acceder a su puesto de eurodiputados en 2019, precisando que un diputado europeo lo es desde el momento de la proclamación de resultados, pronunciándose contra la norma española que restringe el acceso al escaño a un procedimiento de reconocimiento previo de la Constitución Española.
Pero el Tribunal de Luxemburgo no es el Tribunal Europeo de Derechos Fundamentales, en donde los independentistas aspiran a resolver su caso. Y como las decisiones en tribunales nacionales de Alemania o Bélgica, total o parcialmente, contra la demanda de euroórdenes, la Comisión siempre ha eludido realizar ningún pronunciamiento, aunque fuera de micrófono son muchos los actores políticos europeos que expresan su deseo de que con los indultos llegue el deshielo y las relaciones entre Cataluña y España puedan volver al debate político.
