Lo que La Chocita del Loro ha destapado: techo de cristal y discriminación a las cómicas desde hace años
Si algo positivo han tenido las declaraciones machistas de La Chocita del Loro ha sido la visibilización que ha llevado al centro del debate una situación que las mujeres que se dedican a la comedia llevan sufriendo muchos años
No te pierdas la charla sobre humor y mujeres con Inés Hernand, Elsa Ruiz, Pilar de Francisco, Penny JayG e Ignatius
Madrid
"El discurso que dijeron en la radio te lo decían en la cara muchas veces", ha asegurado la cómica y guionista de Late Motiv Pilar de Francisco, y es que la polémica que han desatado las declaraciones de La Chocita del Loro sobre la supuesta falta de mujeres en la comedia o de la falta de calidad de sus monólogos, ha despertado no solo un aluvión de críticas desde el sector, sino que ha tenido algo positivo, y es que ha visibilizado un problema con el que las cómicas llevan encontrándose desde hace años: el techo de cristal y la discriminación por ser mujeres.
De Francisco ha hablado de esta situación junto a Elsa Ruiz, Inés Hernand, Penny JayG e Ignatius en una charla en el Twitch de la Cadena SER sobre el humor y las mujeres, y todas coinciden en lo mismo, estas palabras no son algo nuevo, sino que llevan escuchándolas desde hace muchos años. Pero el techo de cristal es lo que tiene, que su silencio deja una huella invisible que luego hace difícil que se pueda demostrar.
El techo de cristal y la discriminación a las cómicas
"Estoy muy contenta de que se haya abierto el debate porque antes decían os lo estáis inventado, excusas para tener huequito, no hay un techo de cristal en la comedia, y esto ha servido para decir mira que sí, esto lo ha dicho La Chocita del Loro, pero qué no se dirá en otras partes", ha comentado Penny JayG. Incluso, como ha señalado Penny, hasta se filtra a las mujeres los estándares normativos, y ha mencionado un par de situaciones en las que dos mujeres que conoce recibieron discriminación por el simple hecho de ser mujeres o por su físico. En el primer caso ha mencionado como a la humorista Pepi Labrador la echaron de un espectáculo en el que iba a presentar el monólogo de un amigo porque las mujeres y 'sus discursos' no tenían cabida ahí. La otra es de una amiga suya que, como comenta, estaba delgada, y aun así le indicaron que se colocara una faja.
Pero para de Francisco lo peor de todas estas declaraciones es que no es un discurso nuevo, "te viene de vez en cuando, te enteras de que esa sala no programa por esto o que en tal equipo no hay cómicas porque no hacen ni pruebas para entrar". Este es además uno de los grandes problemas que trae el techo de cristal, que como destacan las cómicas, no se trata de recibir un rechazo por ser mujer, sino que directamente no tienes posibilidad de entrar a trabajar en ciertos equipos o carteles, o directamente el castin es solo para hombres.
Un problema estructural que siempre ha existido
"Estructuralmente no hacía falta que hubiera un rechazo porque era un rechazo per sé", ha asegurado Elsa Ruiz, que ha criticado que, en primer lugar, esto se sepa desde siempre, y en segundo, la impunidad con la que los representantes del local de monólogos han vertido sus declaraciones, como si no fueran a tener ningún efecto sobre la sociedad. Y junto a Inés Hernand explican que esto no deja de ser una representación de lo que pasa en la sociedad en general. "La gente se está echando las manos a la cabeza, pero esto es totalmente endémico, fruto de un sistema patriarcal, machista e histórico que se ha puesto en manifiesto por la manifestación y verbalización de esta señora", ha apuntado Hernand.
Además, como explica de Francisco, otro problema es que cuando los programas o las empresas de comedia empiezan a plantearse llamar a mujeres, solo lo hacen con una o dos, como si se tratara de llenar una cuota representativa, sin fijarse en el talento que pueda tener la persona en cuestión. Un hecho que han reivindicado también el resto de cómicas y el propio Ignatius, mencionando a la humorista Henar Álvarez, que no ha podido asistir, pero han recordado su conocida reivindicación al derecho a ser mediocres. "Necesitamos a gente buena, mala y regular", ha señalado Inés Hernand.
El derecho a ser mediocres y la democratización de las redes sociales
Para Ignatius efectivamente es un riesgo que pueda haber hombres mediocres pero no mujeres así: "A una chica para que se le respete tiene que ser una diosa number one, y sino ya no hay cabida para una chica que un día dijera que le gustaría dedicarse a este oficio sin ser necesariamente la número uno para ganarse la vida haciendo comedia". También ha señalado lo injusto que es que se considere muchas veces a las mujeres representativas del feminismo o que su papel en la comedia tenga que ser representativo de todas las mujeres, ya que el humor no debería tener códigos de género, y ese es un problema con el que, como han destacado, hay que acabar.
Y una de las alternativas, o de los espacios, que la sociedad ha encontrado para que prolifere el humor sin barreras y en el que las mujeres han ganado protagonismo es, como ha destacado Inés Hernand, las redes sociales, una herramienta que a ella le ha servido mucho para darse a conocer en el mundo de la comedia. "Por eso la democratización y los perfiles disidentes son tan importantes", ha apuntado, y ha señalado la nueva realidad que se ha creado en internet, donde programas autofinanciados o programas como Estirando el Chicle, de Carolina Iglesias y Victoria Martín triunfan porque gustan a la gente, sin necesidad de que pase por unos directivos. "Y tienen un compromiso activo que también es muy importante, no solo con la comedia femenina, sino con comunicar cosas que tengan cierto sentido", ha explicado.