Los 'demonios' de Simone Biles: la 'cara B' del deporte de élite y la obligación de ganarlo todo
La gimnasta estadounidense confiesa que lucha contra sus propios demonios: "Tenemos que proteger nuestra mente y nuestro cuerpo y no limitarnos a hacer lo que el mundo quiere que hagamos"
¿Qué le pasa a Simone Biles? Es la pregunta que se hace todo el mundo horas después de que la legendaria gimnasta estadounidense se haya retirado de la final por equipos de gimnasia sin que su equipo haya dado una razón clara de ese abandono. "Simone Biles se ha retirado de la competición debido a un problema de salud", se ha limitado a señalar su cuenta oficial, lo que ha hecho que se disparen todo tipo de especulaciones sobre el estado de la deportista.
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Minutos después de su retirada de Tokio 2020, la gimnasta ha dado las claves en rueda de prensa: "Cuando entro en la alfombra somos mi cabeza y yo. Trato con los demonios que hay en mi cabeza. Después de la actuación que hice, no quería seguir. Tengo que centrarme en mi salud mental. Creo que la salud mental está más presente en el deporte ahora mismo. Tenemos que proteger nuestra mente y nuestro cuerpo y no limitarnos a hacer lo que el mundo quiere que hagamos", explicó Biles.
La norteamericana subrayó que "ya no confío tanto en mí misma". "Hubo un par de días en los que todo el mundo te tuiteaba y sentías el peso del mundo. No somos sólo atletas. Somos personas al fin y al cabo y a veces hay que dar un paso atrás", continuó. "No quería salir y hacer algo estúpido y salir lesionada. Creo que el hecho de que muchos atletas hablen ha sido de gran ayuda. Esto es tan grande, son los Juegos Olímpicos. Al fin y al cabo, no queremos que nos saquen de allí en camilla", añadió.
El mensaje de Biles
Otro de los motivos es el mensaje que ella misma publicó en las redes sociales antes de romper todos los esquemas de esta cita olímpica. "Realmente a veces siento que tengo el peso del mundo sobre mis hombros", reconocía la deportista después de confesar que había sufrido un mal día, aunque en ese momento señalaba que lo había superado.
Hay dudas de que eso haya ocurrido realmente. Y más después de que ella misma recordara que "los Juegos Olímpicos no son una broma". Los hechos no tardaron en darle la razón. Después de ejecutar el salto Amanar, con un giro y medio, tuvo una de las peores notas de su equipo. Más tarde abandonó la escena con un médico del equipo americano.
Poco después regresó, pero ya no sé quitó el chándal, sino que fue reemplazada por su compañera Jordan Chiles. Simone Biles pasó el resto de la jornada animando a sus compañeras con una sonrisa en su cara. Eso no impidió que viera cómo el equipo ruso se llevara una victoria contra todo pronóstico antes de la desaparición de la gimnasta de 24 años que fue campeona en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
"Sé que lo olvido"
Pocas horas antes, el mensaje de Biles no ocultaba las dificultades para manejar la presión que se vive al competir en su nivel. "Sé que lo olvido y hago que parezca que la presión no me afecta, pero maldita sea, ¡a veces es difícil!", añadía.
Hace unas semanas, la deportista vivía un episodio similar cuando en las pruebas de selección del equipo de Estados Unidos fue superada por su compañera Sunisa Lee. Biles no pudo ocultar las lágrimas y cuando le preguntaron por su situación no evitó en ningún momento hablar de la presión que sentía ante la inminencia de los Juegos Olímpicos.
Su hermana Adria Biles también se ha pronunciado sobre el estado de salud de la deportista. "Todos ustedes se preocupan por la salud mental hasta que ya no les interesa. No puedo imaginar ser tan desconsiderado", ha señalado en su cuenta de Twitter en lo que parece una alusión directa a las especulaciones sobre Simone.
Una vida nada fácil
Simone Biles tampoco ha ocultado las difíciles circunstancias en las que ha crecido. Sus padres bilógicos, Shanon Biles y Kelvin Clemins, tuvieron problemas con las drogas y el alcohol y tuvo que ser criada por su abuelo Roland Biles y su segunda pareja, Nellie. Para ella son sus padres, como reconoció en un reto en el que participó de la mano de la marca deportiva que la viste.
"La gente no ve el sacrificio que hacen las familias de los atletas de élite. Y ella (Nellie) ha tenido que hacer muchos sacrificios para que yo esté donde estoy ahora. Me apoyó al cien por cien durante toda mi carrera", señaló en esa ocasión en la que calificó a sus padres, sus abuelos biológicos, como sus auténticos ídolos.
Víctima de abusos
Biles también relató que había sido una de las víctimas de los abusos sexuales del entrenador Larry Nassar, antiguo entrenador de la selección de Estados Unidos durante dos décadas, que fue condenado después de que declararan contra él más de 150 víctimas. Su pena es de 40 a 125 años de prisión.
"Durante todos esos años nadie nos explicó qué era el abuso sexual. No sabíamos. La mayoría de nosotras no íbamos al colegio, estudiábamos en casa, así que no teníamos nadie para hablar. Y no sabíamos que éramos víctimas", confesó la gimnasta en un documental.
Biles contó también que en esos momentos no quería salir de su habitación ni ver a nadie. "Dormía todo el tiempo porque dormir era básicamente mejor que enfrentarme al asunto. Era lo más parecido a la muerte para mí en ese momento. Era mi forma de escapar de la realidad", señaló.
Alfredo García
Coordinador digital de las emisoras de la SER. Anteriormente, y durante más de una década, fue responsable...