La junta militar de Myanmar promete elecciones en dos años mientras se cumplen seis meses del golpe de estado
La ONU alerta de un deterioro de la situación en Myanmar seis meses después del golpe de Estado militar mientras se suceden las manifestaciones ciudadanas
Madrid
El jefe de la junta militar birmana, Min Aung Hlaing, ha prometido este domingo que el país celebrará elecciones en un plazo de dos años, antes de agosto de 2023, lo que implica la extensión del régimen militar que comenzó el 1 de febrero con un golpe que provocó la salida de Aung San Suu Kyi del poder. Así, ha señalado que el estado de emergencia se levantará en un periodo similar, si bien se ha mostrado dispuesto a trabajar con la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
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En un mensaje televisado que se produce seis meses después de la asonada militar, ha insistido en que "se cumplirá con lo estipulado de cara a agosto de 2023" y ha insistido en que "se compromete a celebrar elecciones sin fallo alguno".
En este sentido, ha vuelto a referirse a los miembros de la Liga Nacional para la Democracia (LND) de Suu Kyi como "terroristas". El anuncio alarga el gobierno de la junta, previsto en un inicio para un periodo de un año, tal y como anunciaron los propios militares tras el golpe. "Birmania está preparada para trabajar en colaboración con la ASEAN dentro de su propio marco, lo que incluye el diálogo con el enviado especial al país", ha dicho Min Aung Hlaing.
La ONU alerta de la situación tras el golpe militar
Naciones Unidas ha vuelto a alertar de un deterioro de la situación en Birmania, seis meses después del golpe de Estado militar, y ha detallado que en este periodo se ha identificado a otros dos millones de personas en "necesidad urgente" de ayuda humanitaria.
El coordinador humanitario de la ONU en Birmania, Ramanathan Balakrishnan, ha manifestado que "la mayoría" de estas personas viven en Rangún y Mandalay, las ciudades más pobladas del país, y ha agregado que "decenas de miles" de personas caen a diario en "espacio humanitario".
Así, ha indicado que 200.000 personas se han visto desplazadas de sus hogares a causa de los enfrentamientos entre el Ejército y grupos armados "en muchas áreas de minorías étnicas", en los estados de Chin, Kachin y Shan, mientras que el número de personas que necesita ayuda en Rajine "se ha disparado".
Continúan las manifestaciones
La junta militar tomó el poder del país el 1 de febrero de este año, poco antes de que tomara posesión el nuevo Parlamento, surgido de las elecciones de noviembre, en las que Suu Kyi se hizo con una amplia victoria.
La junta declaró a finales de febrero --tras la culminación del golpe de Estado-- la existencia de un fraude a favor de la NLD; una afirmación disputada por observadores internacionales como la Red Asiática para las Elecciones Libres (ANFREL).
Las manifestaciones se han sucedido desde entonces en varios puntos del país. De acuerdo con las estimaciones de la Asociación de Apoyo a los Presos Políticos de Birmania, más de 900 personas han muerto desde el golpe como consecuencia directa de la represión militar contra los manifestantes. Además, más de 5.300 han sido arrestadas.