Estados Unidos se hace con el oro tras derrotar a Francia por tan solo cinco puntos
La selección comandada por Kevin Durant consiguió el cuarto oro olímpico consecutivo
La final olímpica de baloncesto reunía a los dos mejores equipos de la competición. Francia y Estados Unidos se vieron las caras por segunda vez en estos Juegos Olímpicos. En la primera ocasión se impusieron los franceses en un partido muy reñido, pero en esta ocasión los de Greg Popovich no iban a permitir una segunda derrota.
Comienzo fulgurante de Francia
La clave de los franceses pasaba por el juego interior y lo dejaron bien claro desde el inicio. Las acciones de Yabusele y Gobert sumados al juego exterior de Evan Fournier pusieron un 10-4 en el marcador que obligaron a pedir tiempo muerto a los americanos. La reacción no se hizo esperar, y de la mano de Durant se pusieron por delante al fin del primer cuarto (18-22).
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El comienzo del segundo cuarto iba a marcar el resto del partido. El acierto de jugadores como Tatum elevó la ventaja hasta un máximo de doce puntos ante los que Francia solo pudo observar. Sin embargo, un arreón final de los de Collet ajustaron el resultado al descanso. 39-44 fue el resultado que reflejó el marcador al fin del segundo periodo.
Imparable Kevin Durant
La vuelta de los vestuarios sentó muy bien a los americanos. Como viene siendo habitual el 'Dream Team' abrió más la brecha hasta los catorce de diferencia. La superioridad desde el perímetro se hizo notar gracias a la extraordinaria aportación de Kevin Durant. El alero recién renovado de los Brooklyn Nets anotó 29 puntos.
Ocho puntos de ventaja fueron los que tuvieron los americanos antes del comienzo del último cuarto. No todo iba a ser tan fácil para Estados Unidos. Los franceses apretaron tal como y lo hicieron en el partido de ida. A falta de dos minutos los de Vincent Collet estaban a tan solo siete puntos, pero la precipitación de Francia le jugó una mala pasada.
Los nervios se notaron en los compases finales
El último minuto dejó entrever la tensión que se respiraba en el Saitama Arena. Dos triples a la desesperada de Fournier acabaron con las esperanzas de los franceses, pero entonces, Damian Lillard erró dos tiros libres y una canasta de De Colo volvió a meter a los europeos en el encuentro. En los últimos segundos, los estadounidenses gestionaron bien la ventaja y así se convirtieron en campeones olímpicos por cuarta vez consecutiva.