Una plata para salvar a un bebé de 8 meses: la conmovedora subasta de la medallista olímpica Maria Andrejczyk
La reciente subcampeona olímpica en lanzamiento de jabalina se ha volcado con el pequeño Miloszek, necesitado de una costosa cirugía cardiaca, y asegura que "el valor real de una medalla permanece en el corazón"
La polaca Maria Andrejczyk ha dejado un gesto de grandeza que supera incluso a su subcampeonato olímpico obtenido en los recién concluidos Juegos de Tokio en lanzamiento de jabalina. La atleta tenía claro que su éxito debía recaer en manos de alguien más necesitado del valor económico que esconde su medalla de plata y es por ello que ha decidido subastarla en favor del pequeño Miloszek, un bebé de 8 meses con una afectación cardiaca grave que precisa de una costosa cirugía.
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El metal que tanto trabajo ha costado a Andrejczyk ha durado escasos días en sus manos. La propia deportista anunció que su elección vino al repasar las campañas de donaciones activas este verano y nada más ver el caso del menor supo a ciencia cierta que "era el correcto".
Miloszek aguarda en Estados Unidos a una recaudación imprescindible para seguir viviendo que se acerca a los 300.000 euros. El objetivo, con el montante que aporta la medalla olímpica, se ha acercado sumamente. Ha sido Andrejczyk quien ha informado a través de sus redes sociales que la subasta ya se ha llevado a cabo con una recaudación que supera el medio millón de eslotis (moneda polaca), el equivalente a más de 100.000 euros.
Esta donación para el pequeño se suma a la aportación de la familia de otro niño, Kubus, que había emprendido otro 'crowdfounding' que no llegó a tiempo para salvarlo de una afectación similar.
Las razones de Andrejczyk
La plata de Maria Andrejczyk supuso un gran premio a una historia de superación que empezó con un mal diagnóstico en 2018. Un cáncer de huesos le obligó a parar para recuperarse y el sudor de la rehabilitación ya ha tenido un momento de gloria inolvidable para su protagonista.
"El valor real de una medalla siempre permanece en el corazón. La medalla es solo un objeto, pero puede ser de gran valor para otros. Esta plata puede salvar vidas en lugar de acumular polvo en un armario. Por eso decidí subastarla", comentó la atleta en la televisión pública de Polonia, explicando una decisión muy aplaudida.
Tanto valor escondía su sacrificio que la empresa encargada de realizar la subasta, Zabka, ha desvelado un rechazo de lo más solidario. Aunque agradeciendo el "hermoso y extremadamente noble gesto" de la subcampeona olímpica, los propietarios rehusaron la posibilidad de quedarse con la presea, que seguirá perteneciendo a Maria Andrejczyk después de haberla ofrecido de manera altruista.