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Francia llama a consultas a sus embajadores en EEUU y Australia por el acuerdo a tres bandas del AUKUS

EEUU insiste en que Francia "es un socio vital" y espera discutir la decisión en la Asamblea General de la ONU la próxima semana

El presidente de Francia, Emmanuel Macron. / Milos Bicanski (Getty Images)

París

Francia ha llamado a consultas a sus embajadores en Estados Unidos y Australia por los hechos de "excepcionalidad gravedad" de esta semana, después de que el Gobierno de Canberra rompiera un contrato valorado en 66.000 millones de dólares (56.000 millones de euros) con la naviera gala Naval Group, como parte del acuerdo a tres banda alcanzado con Washington y Londres.

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El ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, ha lanzado un comunicado este viernes "a petición" del presidente, Emmanuel Macron, para llamar a consulta a los embajadores galos en Estados Unidos y Australia. "Esta decisión excepcional se justifica por la excepcional gravedad de los anuncios realizados el 15 de septiembre por Australia y Estados Unidos", señala un comunicado en el que se tacha de "inaceptable" la decisión de Canberra de desvincularse de un contrato que mantenía con Francia desde 2016.

"El abandono del proyecto (...) y el anuncio de una nueva asociación con Estados Unidos para lanzar estudios sobre una posible cooperación futura en fuerzas de propulsión subnuclear constituyen un comportamiento inaceptable entre aliados, Fuerzas Armadas y socios, cuyas consecuencias afectan la idea misma que tenemos de nuestras alianzas, nuestras asociaciones y la importancia del Indo-Pacífico para Europa", explica Le Drian.

Un socio vital

Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, ha asegurado en un comunicado que "entiende" la posición de sus colegas franceses, y que espera que ambos países puedan discutir la decisión en la Asamblea General de las Naciones Unidas que se celebrará la próxima semana. "Francia es un socio vital y nuestro aliado más antiguo", ha remarcado Price, asegurando además que su compromiso con la Alianza Transatlántica se mantiene "inquebrantable".

En los mismos términos se ha expresado la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Emily Horne, quien ha defendido en un comunicado que su país comparte con Francia "una larga historia de valores democráticos compartidos y el compromiso de trabajar juntos para hacer frente a desafíos globales".

El Gobierno de Australia se ha expresado en términos similares. Un portavoz de la ministra de Exteriores australiana, Marise Payne, ha señalado al portal de noticias News, que el Ejecutivo comprende la "profunda decepción" de Francia por el acuerdo, al tiempo que ha especificado que "lamentan" que París haya llamado a consultas a su embajador.

De forma paralela, ha defendido que Francia es un "importante socio" de Canberra y un país "vital" a la hora de contribuir a la "estabilidad", particularmente en la región del Indo-Pacífico. "Esto no cambiará", ha agregado el portavoz, remarcando que Australia busca comprometerse de nuevo con Francia en sus "muchos asuntos de interés compartido". También, ha defendido que Australia tomó la decisión de acuerdo a sus "intereses de seguridad nacional" conocidos.

Los efectos del acuerdo AUKUS

Estados Unidos, Reino Unido y Australia anunciaron el miércoles un nuevo acuerdo a tres bandas bajo las siglas AUKUS --acrónico del nombre de los tres países en inglés-- con el que buscan desarrollar una asociación en materia de seguridad, que les permita compartir tecnología y garantizar su seguridad cibernética, además de desarrollar una serie de sistemas submarinos y de largo alcance.

París afeó al poco de conocer la noticias al Gobierno de Canberra, "un puñal por la espalda", pues considera que "es una decisión contraria al espíritu y letra de la cooperación entre Francia y Australia, basada en una relación de confianza política y en el desarrollo de una base industrial y tecnológica de defensa". La entrada de Australia en este acuerdo con estadounidenses y británicos les autoriza, entre otros aspectos, al acceso a tecnología para el desarrollo de submarinos nucleares, dejando así de lado el acuerdo entre Canberra y París.

Australia lamenta la actitud de Francia

El Gobierno australiano ha lamentado este sábado que Francia haya llamado a consultas a su embajador en Camberra tras el acuerdo de defensa de Australia con Estados Unidos y Reino Unido que implica la anulación de un pedido de submarinos franceses. Un portavoz del Ministerio de Exteriores australiano ha señalado que la decisión de romper el pedido con Francia y firmar el acuerdo con EEUU y Reino Unido se realizó en consonancia con sus "intereses de seguridad nacional" en la región del Indopacífico.

"Australia valora su relación con Francia, que es un importante socio y contribuyente vital a la estabilidad, particularmente en el Indopacífico. Esto no cambiará", dice el comunicado citado por el portal de la cadena australiana ABC. "Esperamos poder retomar los contactos con Francia en muchos asuntos de interés compartido, basado en valores compartidos", agregó el portavoz australiano.

 
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