El volcán de La Palma sufre dos horas de parón y se reactiva luego con fuerza
El volcán se ha reactivado con fuerza por la tarde generando grandes coladas de lava y expulsando elevadas cantidades de cenizas y piroclastos
Los vecinos de La Palma se unen para solicitar que se les dé una alternativa habitacional mientras dure la erupción
El volcán de Cumbre Vieja en La Palma, a 27 de septiembre / Kike Rincón (Europa Press)
Madrid
El volcán de La Palma ha vuelto a rugir con fuerza esta tarde y, desde entonces, no ha cesado la actividad. La jornada comenzaba con el parón de la expulsión de gases, ceniza y lava desde Cumbre Vieja, un fenómeno que preocupaba a los científicos ante el miedo de que el volcán entrase en erupción de una manera más violenta. Sin embargo, el volcán ha retomado la actividad a lo largo de la tarde con nuevas expulsiones de lava que avanzan lentamente en dirección hacia la costa, las cuales se encuentran a cerca de un kilómetro de las coladas de magma.
La lava del volcán ha sobrepasado la zona de Todoque y ha derribado varios edificios en a lo largo de la jornada. Además del campanario, varios inmuebles, como el centro de salud, han sido arrasados por las coladas de lava en su paso por el municipio. La preocupación de los vecinos ya no es solo el estado de las viviendas, sino también poder pasar estas jornadas en un lugar estable, en un hogar. Por ello, varios vecinos se han reunido durante las últimas horas, para solicitar ayudas y realojamientos hasta que pase la erupción.
Sin embargo, lo que más preocupa ahora es la evacuación de nuevos lugares ante el riesgo de que la lava llegue pronto al agua y, con ello, levante gases tóxicos. Por ese motivo las autoridades han confinado varios barrios del municipio de Tazacorte. Los servicios de emergencia han hecho una petición urgente para confinar los barrios de Marina Alta, Baja, San Borondón y La Condesa. Emergencias también ha recomendado que la población que se encuentre en un radio de cinco kilómetros alrededor del cono extremen las precauciones porque los episodios de explosividad podrían también producir roturas de cristales.
