Así ha sido el momento de la caída de la lava del volcán de La Palma al mar
Tras diez días de erupción volcánica, la lava ha arrasado la carretera de la Costa y ha llegado al mar
La lava del volcán de La Palma llega al mar. / Cadena SER
Madrid
La lava del volcán de La Palma ha llegado al mar tras diez días de lento avance por la geografía de la isla canaria. A las 00:01 horas del miércoles (23:01 horas del martes en Canarias) el magma ha caído al mar produciendo columnas de humo. En las imágenes se puede ver como se desprenden los ríos de lava por el acantilado de la zona de Todoque hasta precipitarse al mar. En concreto lo ha hecho en el entorno de la playa de Los Guirres y también de un acantilado próximo, del que la lava estaría precipitándose de cerca de 100 metros de altura.
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La lava ha ido cayendo paulatinamente y a su paso se llevaba las piedras del acantilado cayendo al mar. El volcán de La Palma alcanzó este martes su fase más explosiva tras una ligera tregua el lunes. Por la tarde, se empezó a acelerar la colada de lava de la zona sur arrasando la carretera de la Costa y finalmente rebasaba la montaña de Todoque, su último obstáculo, para llegar al mar. A su paso ha dejado varios núcleos de población incomunicados y en torno a 3.000 personas están aisladas. Las autoridades están dando una serie de recomendaciones y están abriendo vías de acceso a la costa para que los vecinos puedan acceder de forma segura.
Un equipo de la Cadena SER ha sido testigo de la caída de la lava al mar y ha retransmitido cómo han sido los primeros momentos en los que se veían grandes ríos de lava a considerable velocidad impactar con el agua y haciendo emerger gases y columnas de humo negro.
Los científicos del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) explicaron que la lava sale por dos bocas diferentes, una dentro del cono volcánico y otra en el exterior. Ha sido la colada del interior la que ha arrasado a su paso la zona sur precipitándose al mar. Durante la trayectoria, la lava ha arrasado zona de plataneras, en la que ha quemado plástico de los invernaderos y y fertilizantes, que son explosivos, lo que provocó una nube tóxica en la zona de exclusión que no ha afectado a ninguna persona.