Londres endurece su pulso con Bruselas para renegociar sobre Irlanda del Norte
El secretario de Estado británico para el Brexit, David Frost, ha remarcado la necesidad de solucionar las relaciones entre Reino Unido y la Unión Europea
Lisboa
David Frost, secretario de Estado británico para el Brexit, insistió hoy en Lisboa en que, para mejorar las relaciones del Reino Unido y la UE, antes habría que renegociar las condiciones que se pactaron en el Brexit relativas al Protocolo de Irlanda del Norte.
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Concretamente, Reino Unido exige dos cambios comerciales. Por un lado, la reducción en el número de controles de la mercancía que circula entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Por otro, pide que la UE permita vender en territorio norirlandés mercancías con la regulación del Reino Unido aunque no coincida con sus estándares. Bruselas está estudiando una relajación de los controles en un plan que presentará el próximo miércoles. Además, Londres rechaza la supervisión del Tribunal de Justicia Europeo en territorio norirlandés.
El marco establece que Irlanda del Norte sigue vinculada al mercado único comunitario, por lo que las mercancías que cruzan entre ese territorio y el resto del Reino Unido deben pasar controles aduaneros en los puertos de la región, de manera que se asegure que la frontera entre las dos Irlandas sigue siendo invisible, clave para el proceso de paz y las economías de la isla.
Sin embargo, el pasado septiembre Londres volvió aplazar por tercera vez de manera unilateral los controles aduaneros pos-Brexit en la provincia británica de Irlanda del Norte, asunto que ya había provocado la apertura de un expediente al Reino Unido en Bruselas.
En mitad de estas tensiones de las reglas comerciales, Frost dijo hoy en Lisboa que sendas partes se necesitan para solucionar las relaciones entre Reino Unido y la UE. Unas relaciones que calificó, en un discurso pronunciado en la Embajada británica en Portugal, de "equilibrio flojo" y "algo rebelde", aunque, a su juicio, "no siempre tiene que ser así".
Frost se refirió a que el Brexit ha modificado los intereses internacionales del Reino Unido y, por tanto, cambiarán sus reglas de "relaciones europeas", y dijo que Londres marcará un camino diferente en política económica.
Para solucionar la situación "conflictiva" entre Reino Unido y UE son necesarias las dos partes, insistió Frost, que dejó claro que antes ha de solucionarse "el grave problema" de la aplicación del Protocolo de Irlanda del Norte.
En este sentido, el vicepresidente de la Comisión Europea (CE) para Relaciones Interinstitucionales, Maros Sefcovic, confirmó el pasado 7 de octubre que presentará esta semana al Reino Unido un paquete de propuestas para encontrar "soluciones prácticas" para Irlanda del Norte tras el Brexit.
Sefcovic confía en que durante octubre y noviembre se abra un periodo de "intensas conversaciones" para alcanzar "avances claros" sobre la aplicación del Protocolo norirlandés "a final del año".