Villarejo: "Me reuní tres o cuatro veces con Rajoy"
El comisario jubilado afirma que solo en una de esas reuniones fue para abordar la operación Kitchen en la sede nacional del PP. Critica al juez por no investigar el teléfono del presidente con el que supuestamente se mensajeaba e insiste en implicar también a Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría y al Partido Popular
Madrid
El comisario jubilado, José Manuel Villarejo, ha vuelto a comparecer este miércoles en la comisión parlamentaria que se desarrolla en el Congreso de los Diputados para investigar el supuesto operativo ejecutado para robar al extesorero Luis Bárcenas las pruebas que guardara sobre la 'Caja B' del PP o sus dirigentes, y hurtársela a la acción de la justicia, mediante el uso de fondos reservados. Una operación conocida como Kitchen.
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Villarejo ha ampliado a “tres o cuatro” las veces que se reunió con Mariano Rajoy, aunque solo en una de ellas el objetivo fue el supuesto operativo ilícito. Sostiene que sucedió en marzo de 2014 en la sede del Partido Popular en el número 13 de la madrileña calle Génova, y fue para verificar que efectivamente era Rajoy “y no un enlace interpuesto”, la persona que con la que se estaba enviando mensajes a través del teléfono móvil, en los que el comisario informaba del avance de las pesquisas.
Villarejo fue a ver a Rajoy en el coche de Cospedal
A aquella reunión que tuvo lugar en el despacho de Cospedal y a la que se acercó Rajoy y exclamó un “a trabajar”, el comisario afirma que llegó como “en tantas otras ocasiones”, con el propio coche oficial de la exsecretaria general, de “lunas tintadas” y accediendo a la sede del PP por el garaje y desde ahí al ascensor, para de manera directa y sin pasar por el registro de entrada para no dejar rastro, llegar hasta el despacho donde iba a tener lugar el cónclave.
El comisario jubilado afirma que por la concreción de los mensajes que le enviaba Rajoy, entiende que el entonces presidente del Gobierno conocía con profundidad la causa. Asevera que Rajoy le pedía información sobre qué opinaba de determinadas líneas de investigación, sobre la mujer del extesorero, Rosalía Iglesias, o respecto a determinados abogados del proceso.
Villarejo ha insistido en que en la causa estaban implicados tanto el presidente del Gobierno, “a quien más interesaba” la operación de espionaje “por él mismo o por el partido”; también la exsecretaria general, María Dolores de Cospedal; y la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, de quien dependía el Centro Nacional de Inteligencia, también implicado en el operativo según Villarejo.
Operación Farinelli
El comisario jubilado ha aprovechado de nuevo la sesión para cargar contra el exdirector del CNI, Félix Sánz Roldán, a quien ha acusado de “envenenar” con “hormonas femeninas e inhibidores del deseo sexual” al hoy rey emérito, Juan Carlos I, porque “se consideraba un problema de Estado que este señor fuera tan ardiente”. Sin aportar prueba alguna, ha manifestado que por esta “operación Farinelli”, el emérito “pudo morir” y que con esta acción le fue ocasionada “una depresión”.
Villarejo ha hablado del “archivo Jano”, un supuesto compendio de “más de 100.000 microfichas” sobre personas susceptibles de seguimiento e investigación, con “subcarpetas” como el “grupo de encaladores”, supuestamente encargados de proporcionar cocaína a algunos de ellos para “tenerlos controlados” o el grupo “Pi”, que ejecutaría asesinatos de Estado. Sostiene el comisario jubilado que los directores de estas operaciones sucias son miembros del CNI, “el grupo de iluminatti” que fue el germen de la Fiscalía Anticorrupción, y elementos de las unidades de asuntos internos tanto en la Policía Nacional como en la Guardia Civil. No obstante, de nuevo ha realizado estas acusaciones sin pruebas. Manifiesta que todas se encuentran en parte de los 30 terabytes de información que le fueron incautados en 2017, que los servicios de inteligencia españoles aún no han entregado a la justicia porque según afirman, y corroboran fuentes jurídicas, no han podido desencriptarlos.