La actividad sísmica no cesa y preocupan las emisiones de dióxido de azufre

Madrid

El volcán de La Palma ha entrado en una nueva fase en la que la lava avanza sobre las coladas primigenias, lo cual hace que crezcan en altura y rellenen huecos entre ellas.

La jornada cierra con unos niveles muy altos de dióxido de azufre (SO2) emitidos por el volcán, lo que llevará a redactar un protocolo de actuación sobre la calidad del aire, mientras que la mayor parte del magma que emite fluye hacia el mar, al oeste, lo que es favorable para mitigar los daños. De hecho, la compañía Binter ha anunciado que solo operará vuelos con origen o destino al aeropuerto de La Palma con luz diurna suficiente.

De igual modo, la actividad sísmica no ha cesado ya que sobre las 14.00 horas ha tenido lugar un terremoto de magnitud 4,8 a 37 kilómetros de profundidad en el municipio de Mazo (La Palma). Este seísmo es el segundo en magnitud de cuantos se han localizado en La Palma desde que se inició la erupción. Se trata del tercer seísmo de 4,8 de magnitud registrado desde ayer en la localidad.

Además, esta misma mañana se ha producido otro terremoto superficial, esta vez en el mar: según los cálculos revistados del IGN se produjo a las 07:33 hora local a 5 kilómetros de profundidad en el mar, al sureste de Fuencaliente.

Ya son 911,6 hectáreas la superficie arrasada por la lava, 2.183 edificaciones y 66,6 km de carretera los se ha llevado por delante. 

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