Boris Johnson se niega a dimitir mientras nuevos conservadores le retiran su apoyo
El primer ministro británico dice estar "muy orgulloso de lo que ha hecho su gobierno", pese a la polémica por las fiestas que tuvieron lugar en Downing Street mientras el Reino Unido cumplía estrictas restricciones por la COVID
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Madrid
El primer ministro británico, Boris Johnson, está pasando este miércoles un amargo trago en la Cámara de los Comunes. Desde las filas de su propio partido, ha tenido que escuchar una petición de dimisión en la voz del diputado conservador David Davies, peso pesado de los tories y exsecretario de estado para el Brexit en tiempos de Theresa May: "En el nombre de Dios, váyase", le ha rogado Davies.
El primer ministro británico rechaza dimitir por el escándalo de las fiestas celebradas en su residencia oficial durante la pandemia, y pide esperar al resultado de una investigación sobre la polémica.
Johnson compareció este miércoles en la sesión semanal de preguntas al primer ministro en la Cámara de los Comunes mientras afronta más presiones para renunciar por el partygate.
<p>"Nadie me advirtió de que la fiesta iba contra las normas, dice el hombre que hizo las normas", titula The Independent.</p>
Al ser preguntado por la diputada liberaldemócrata Wendy Chamberlain si no era "la hora" de que dimitiera, el premier contestó con un rotundo "no" y pidió esperar a conocer el resultado de la investigación que lleva a cabo la funcionaria Sue Gray, a cargo de esclarecer qué ocurrió en Downing Street.
El líder de la oposición laborista, Keir Starmer, acusó a Johnson de ser "incapaz de ofrecer el liderazgo" que el país necesita y calificó de "increíbles excusas" las dadas por el primer ministro sobre si estaba o no al tanto de las fiestas.
Starmer agregó que Johnson no podía esperar que la población británica creyera que no sabía que eran fiestas cuando había "botellas (de vino) y platos con bocadillos".
El primer ministro ha pedido reiteradamente disculpas por estas reuniones y ha llegado a decir que creía que eran citas de trabajo, a pesar de que los asistentes habían llevado bebida.
La posición de Johnson es cada vez más débil debido al malestar en las filas tories, en particular entre los nuevos diputados que obtuvieron escaños -en las elecciones de 2019- en circunscripciones del norte de Inglaterra, tradicionalmente en manos de la oposición Laborista, según señala hoy el Daily Telegraph.
No se descarta que el enfado en las filas conservadoras se traduzca en un proceso interno para destituir a Johnson como líder.
Más deserciones
El diputado conservador británico Christian Wakeford, elegido el 12 de diciembre de 2019 por la circunscripción de Bury South, en el norte de Inglaterra, se ha pasado este miércoles al Partido Laborista por estar en desacuerdo con la gestión del primer ministro, Boris Johnson.
El parlamentario, parte de una nueva hornada que obtuvo su escaño en un feudo tradicionalmente laborista, ha dicho en un mensaje a Johnson que tanto el líder tory como el Partido Conservador en su conjunto -al que él mismo pertenecía desde 2013- han demostrado "ser incapaces de ofrecer el liderazgo y el gobierno que este país se merece".
Bienvenida a los laboristas
El dirigente del primer partido de la oposición, Keir Starmer, ha dado la bienvenida al nuevo miembro y ha destacado que "siempre ha puesto primero a la gente de Bury South". Starmer remarcó que las políticas de los tories "no están haciendo nada para ayudar" a los ciudadanos de ese territorio del norte inglés y solo "empeoran" su situación.
Una nueva encuesta para Channel 4 difundida este miércoles confirma que Johnson, asediado por los escándalos, está perdiendo terreno en esas circunscripciones del norte y el centro de Inglaterra, que conquistó contra pronóstico en 2019, donde su popularidad ha caído 35 puntos frente a los 9 en diciembre.
La deserción de Wakeford se produce cuando crece el descontento hacia el primer ministro entre las filas conservadoras y los rumores de que varios diputados están conspirando para provocar su sustitución.