
Un reguero de personas que entran y salen para despedir al papa Francisco: 'Hoy por Hoy' desde el Vaticano
Madrid
Con las campanas del Vaticano dando las 7:00 y con el sol impactando de lleno ya en la fachada de la Basílica de San Pedro, despierta ya del todo esta plaza a las puertas de la basílica, donde sigue el féretro del papa Francisco, y por donde no ha dejado de desfilar gente desde el miércoles a las 11:00.
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En cuanto se abrió la capilla ardiente, solo se ha cerrado en un par de ocasiones unas cuantas horas la noche del miércoles al jueves. Esta noche, unas poquitas horas más, casi minutos, podríamos decir, para intentar adecuar y recolocar todo el interior para que pueda continuar esta procesión de personas que no cesa.
Incluso en esos momentos en los que ha estado cerrada la capilla ardiente la cola era interminable. Ha habido cola prácticamente durante toda la noche y en ese momento de pausa ni siquiera la gente se ha ido a sus casas. La gente ha permanecido aquí a la espera de que se abrieran otra vez las puertas para poder visitar el féretro del papa Francisco.
Un reguero incesante
Ahora mismo, la imagen, la visión que tenemos nosotros de donde nos encontramos en la Plaza de San Pedro, es de un reguero de personas que entran por una puerta lateral de la Basílica de San Pedro y salen por la otra. Mucha, muchísima gente y se espera muchísima más gente.
Este viernes es festivo en Italia. Es el día de la liberación. Es más que probable que haya mucha más gente que se acerque aquí a la Basílica de San Pedro. En el interior, con todo ya casi preparado para el funeral del pontífice, se encuentra el baldaquino donde está el cuerpo del papa, escoltado por cuatro guardas suizos y dentro de un féretro abierto que esta noche se cerrará definitivamente.
En las colas, la espera es de horas, pero aquí el tiempo es breve. Cada uno se acerca al centro, a los pies del papa Francisco. Algunos intentan sacar fotos. Otros se paran brevemente a rezar o se resignan. Y pocos segundos después la organización ya te invita a seguir el recorrido preparado y dejar el sitio para los miles que vendrán aún detrás.
Para aquellos que conozcan la Plaza de San Pedro, si llegaran hoy se darían cuenta de que no tiene nada que ver con esa plaza abierta que acoge miles y miles de turistas, miles y miles de paseantes durante todas las épocas del año. Hoy está prácticamente cerrada, cercada, con mucha presencia policial, también con mucha presencia de protección civil, de gente por si hace falta ayudar en algún momento.
Mezcla de sonidos
Y además se mezclan mucho los sonidos. Sobrevuelan muchos pájaros, sobrevuelan muchas gaviotas y al sonido de los pájaros se mezclan el sonido de los martillazos. Están preparando ya también todos los andamios para que las televisiones se puedan poner en un lugar privilegiado y tener vistas a esta escalinata de la Plaza de San Pedro, que es donde se va a celebrar el funeral.
También está siendo preparada para ello, con esas pantallas gigantes a los dos laterales para que todo el mundo que se acerque hasta aquí, pueda seguir también el funeral desde el exterior de la Basílica de San Pedro. De hecho, vamos a decir que la ceremonia funeraria va a empezar ya a partir de hoy, porque hoy van a empezar a llegar los mandatarios de todo el mundo que van a estar presentes en ese funeral, que se va a convertir además casi en una cumbre geopolítica internacional. Es más que probable que antes del funeral se pasen también por la basílica para rendir el último homenaje al papa Francisco.
Se estima que acudirán al funeral mañana unas 200.000 personas. Son casi 200 las delegaciones internacionales, la mitad de ellas de jefes de Estado o de Gobierno. Para garantizar la seguridad, el Ejecutivo italiano ha movilizado 6.500 policías y militares y algunos barrios como el que alojará el presidente de Estados Unidos está prácticamente aislado.
Tras el funeral seguirá un cortejo inédito en los últimos siglos el del traslado del féretro de Francisco desde el Vaticano a la basílica de Santa María la Mayor. Un recorrido de seis kilómetros por el centro de Roma a velocidad de paso de hombre y al que se sumará con toda probabilidad, una multitud. Otra ceremonia tendrá lugar en Santa María Maggiore, la del túmulo. El Vaticano ha previsto que asistan inmigrantes, refugiados, pobres, enfermos, es decir, una representación de los más desfavorecidos de la sociedad que Francisco defendió durante su pontificado. Anoche se estaba negociando con las autoridades penitenciarias que pudieran asistir también un número impreciso de presos de las cárceles italianas.
Va despertando, pues, poco a poco, esta plaza de San Pedro. Queda mucho trabajo por delante, no solo en lo que tiene que ver con la vigilancia de todos los fieles, de todos los curiosos que van haciendo la cola, sino que queda mucho, muchísimo trabajo para preparar ese funeral, que es un funeral especial, aunque sea solo por el gran número de líderes internacionales que se van a concentrar en un mismo lugar en esta plaza de San Pedro de Roma.
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