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La humildad del maestro de troveros que no se considera trovero

El Garrancho / El Garrancho

Cartagena

'El Garrancho' es la voz de lo tradicional. En 'Hoy por hoy Cartagena' nos acerca testimonios vivos de la zona oeste de Cartagena, rica en patrimonio cultural y natural.

La Firma de 'El Garrancho' 28/01/2022

12:45

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Acaban de escuchar a Alfonso García Vera, apodado “El Claro”, nacido junto al mar en 1946 en Isla Plana. Su nombre le viene dado por su abuelo paterno, quien se dedicaba a la pesca artesanal, al igual que su padre, (Ginés García Boada), quien falleció cuando “Alfonsico” tenía 6 meses. Leonor, su madre, tenía 24 años cuando enviudó y se trasladaron a la casa de sus padres, (Manuel y Leonor), en el Rincón de Tallante, quienes los acogieron y lo criaron como a un hijo. De su abuelo Manuel “de Los Claros” le viene a Alfonso su apodo. A su madre la llamaba: “nenica”, a sus abuelos papa y mama, fueron todo para él, hicieron más que de padres. Ellos eran jornaleros y vivían de sus manos; segar, cavar pésoles, de sol a sol. Su madre estaba de bancal en bancal trabajando, “una esclava de la vida”. Gracias a ella, a sus abuelos y a sus tíos nunca le faltó de nada.

Año 1949. Alfonsico "El Claro" con tres años de edad. / El Garrancho

No tuvo juguetes, él era el juguete de la casa. Le contaban cuentos y refranes populares, destinados a aleccionar y educar en valores para la vida. Eran los tiempos en que a los mayores se les trataba de usted y se les escuchaba con mucho respeto.

El día que se celebraban las pascuas, en la escuela amontonaban los pupitres en un rincón de la clase y el maestro le pedía a “Alfonsico” que cantara. Aunque era consciente de que algunos se reían, actuaba con la bondad infantil, que no ha perdido a pesar del transcurso del tiempo y ha seguido manteniendo como parte de su personalidad. Cuando se celebraba la misa del gallo “era una cosa extraordinaria”, del Rincón bajaba la cuadrilla a Tallante con las panderetas y las guitarras y el los acompañaba. Se deshacía por cantar.

Año 1955. Alfonso junto a su madre, abuelos maternos, tíos y una prima en su casa del Rincón de Tallante. Hoy Rincón de Sumiedo en la Diputación de Campo Nubla. Zona Oeste del Municipio de Cartagena. / El Garrancho

A los 12 años comenzó a trabajar. Iban por la rambla del Cañar al Alhamillo del puerto de Mazarrón, con un burrico de nombre “Rallao” a comprar tomates que luego vendían. Las primeras veces lo acompaño su madre. Pronto comenzó a ir solo. A los 18 años se marchó a trabajar a Cartagena en los desguaces del espalmador, cortando con el soplete y cargando camiones de chatarra proveniente de todo tipo de navíos, para la empresa de Don José Navarro Francés, paisano nacido en Valdelentisco. Allí permaneció 21 años, volviendo finalmente al campo como agricultor y jornalero para los que tenían tierras y criando un rebaño de cabras, hasta su retiro.

Año 1962. Alfonso con quince años representando al tío Hilario en el sainete: Los años del tío Tinajas en el antiguo casino de Tallante. / El Garrancho

A pesar de su dura vida laboral Alfonso “El Claro” siempre sacaba tiempo de donde no lo había, para dedicarlo a las cosas de su pueblo. En su juventud participaba en representaciones teatrales y sainetes, que se celebraban el segundo día de pascua en el Rincón y que organizaba el cura Don Germán. Años más tarde actuaría con dos papeles, (centurión y el pastor Giussepe), en la representación del Auto de Los Reyes Magos en Tallante. Aún recuerda todo el texto de carrerilla.

Año 1966. Alfonso con 20 años representando al pastor Giusseppe en el auto de Los Reyes Magos. / El Garrancho

En 1974 Alfonso contaba 28 años, cuando se sumó a la recuperación de la cuadrilla de Tallante que había desaparecido. No paraba en su casa. “Tenían que ir a ayudar a limpiar unas cochineras en Valdelentisco, para que algunos músicos pudieran estar allí”. Salir con el cuadro andando por las casas era la esencia. Hoy por hoy este aspecto casi se ha perdido. Así se convirtió durante más de cuarenta años, en el guión de aquella cuadrilla, cumpliendo los sueños de su infancia. Durante ese tiempo ha participado en multitud de eventos y encuentros de cuadrillas en diversas poblaciones del oeste cartagenero y municipios de la región e incluso llegó a participar en la exposición universal de Sevilla en el año 1992, junto a la histórica y celebre cuadrilla de Fuente Álamo.

Año 1975. Cuadrilla de Tallante. De izquierda a derecha: Pepe López, (platillos), Pepe "El Largo", ( Coletor), Alfonso "El Claro", (Guión), Pedro "El Binzas", (niño), Encima de Alfonso: Salvador "El Pacha", Bernabé, (sacerdote), Luis "El Panadero). Serapio. Al lado de Alfonso Izquierda: Pepito "El Perea", (estribillo), Salva López, (estribillo), Antonio Joselón, (estribillo), Nito "El Curruco", (estribillo) Pepe "Caramba", (estribillo), Paco Molina, (estribillo), Pepe Reyes, (hombre de perfil), Ginés "El Binzas", (fumador) Alfonso Cartucho, (pandera). / El Garrancho

A Alfonso siempre le ha gustado ir por debajo, sin sobresalir, sin destacar. “Nunca ha buscado honores, que con el paso del tiempo quedan en nada”. Lo que ha hecho ha sido simplemente porque le gustaba, porque se mantuvieran nuestras tradiciones, al igual que los que le seguían en la cuadrilla.

“El Claro” personifica la humildad del maestro de troveros que no se considera trovero, sino “aguilandero” de pascua y afirma que si pudiera seguiría en activo, si no fuera por la enfermedad degenerativa de Parkinson que padece, que le ha afectado mucho al habla y a su capacidad de improvisar con rapidez, pero no a su memoria que encierra un tesoro de recuerdos e ingeniosos versos improvisados. Como siempre, la vida quita y pone a otros y en este caso afortunadamente la cuadrilla de Tallante sigue adelante, aunque como nos recuerda Alfonso, lo de ahora nunca podrá ser como lo de antes.

Año 2022. Alfonso "El Claro" en su casa del Rincón de Sumiedo. Tallante. / El Garrancho

Se despide esta firma con dos decimas especialmente compuestas y cantadas en esta ocasión por Juan Santos Contreras “El Baranda”, entrañable compañero de cuadrillas y de controversias:

Alfonso “El Claro” es historia

cantando las tradiciones

levantaba las pasiones

del pueblo en su trayectoria.

Perdura en nuestra memoria

aunque activo ya no está

pero nadie olvidará

que en la región sin reparo

guión como Alfonso “El Claro”

no lo ha habido ni lo habrá.

El mundo de las cuadrillas

ya no se acuerda de Alfonso

habrá que echarle un responso

porque aún su nombre brilla.

El canta de maravilla

pascuas de largo metraje

y por ser un personaje

de nuestra cultura amante

en el pueblo de Tallante

hay que hacerle un homenaje.

Que tengan un buen fin de semana radioescuchas de la SER de Cartagena

El Garrancho

 
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