2-2. La UD Ibiza se resiste a perder y suma un punto ante el Real Zaragoza

Ibiza

La UD Ibiza ha salvado un punto con un ejercicio de fe, tras verse claramente dominado durante 50 minutos. El fútbol siempre es imprevisible. La lucha entre la Ud Ibiza, el equipo más goleador de las últimas jornadas y el Real Zaragoza, un conjunto incapaz de perforar el marco rival en cinco semanas consecutivas parecía en la primera parte un monólogo visitante, que fue un ciclón durante 30 minutos . Marcó dos goles, generando cuatro ocasiones claras más y desarboló a los celestes, erráticos en los pases, superados en los duelos individuales y desarbolados en el juego colectivo.

Lo que parecía una noche de lunes festivo, tres horas de diversión entre el espectáculo musical previo y el partido con un gran ambiente en las gradas, con la segunda mejor entrada de la temporada en Can Misses llevaba camino de estropearse pronto, pero no conviene cantar victoria antes de tiempo. El equipo aragonés, que se llevó un susto mayúsculo en su viaje a la isla, con un aterrizaje de emergencia del chárter que llevaba a la expedición, pasó por encima de la UD en la primera parte, pero no terminó de rematar la faena.

Y ya se sabe, si perdonas o dejas vivo a un rival enrachado corres peligro. Y eso sucedió en el segundo tiempo, el Ibiza se fue arriba casi con tintes suicidas, pero tuvo premio en tres minutos mágicos con el 'killer' Castel poniendo las tablas en el marcador, algo que parecía una utopía viendo el primer tiempo. El Ibiza no se rindió y aunque estuvo lejos de su mejor versión, tiró de garra y casta y salvó un punto que sabe casi a victoria.

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El entrenador de la UD Ibiza, Paco Jémez sigue sin mover el árbol salvo en caso de extrema necesidad en las alineaciones. Una sola variación en relación a los que jugaron la pasada jornada con la entrada en el once inicial de Nono en la banda izquierda en el puesto de Bogusz.

El choque arrancó con un Zaragoza apretando muy arriba la salida del balón y con un Ibiza incómodo para superar la presión. El conjunto maño avisó enseguida con un disparo de Narváez que atrapó sin problemas Domínguez, pero soklo fue el inicio de las hostilidades. Mejor plantado en el campo, robando enseguida la pelota ante un Ibiza partido en el campo, con Diop Y Manu Molina demasiado solos para frenar las llegadas por los costados del conjunto maño, el encuentro se convirtió en un monólogo visitante, en un pim, pam, pum, en un bombardeo a la portería ibicenca. Azón falló una ocasión clara a los 7 minutos en una contra en la que llegaron cuatro atacantes y dos defensas al área ibicenca, pero su disparo se perdió rozando el poste.

No dada tregua el Zaragoza, que seguía estrangulando la circulación de balón que intentaban los celestes y fruto de esa presión, un mala entrega de Guerrero en la zona de medios lo aprovecharon los visitantes para enfilar la portería rival y Francho disparó con fuerza sin opciones para Domínguez. El Zaragoza rompía el maleficio de cinco jornadas sin marcar, ero no se echó atrás, mantuvo el mismo guión ante un Ibiza desbordado y descolocado en el campo. Otra pérdida local no acabó en gol por la doble intervención del portero de la UD que repelió el primera remate de Narváez desde la frontal y el disparo a bocajarro de Azón.

No había manera de que el Ibiza pudiera sacudirse el dominio. y llegar al área rival y en la otra área seguían apuntando los cañones. La superioridad mañana en la zona ancha era total y los errores se sucedían. Los locales regalaron un saque de esquina y el lanzamiento del córner tampoco fue despejado. El balón le quedó muerto a Petrovic que en el área pequeña fusiló a un vendido Dominguez. Solo se habían jugado 23 minutos, pero la sensación era que la suerte estaba echada.

El juego alegre, vertical del Ibiza no existía, porque el Zaragoza venía con la lección aprendida y mantenía el control de la pelota y evitaba que se jugara cerca de su área. No había noticias de los atacantes locales, no podían profundizar los laterales por las bandas, no tenían desborde Herrera o Nono, que deja pasar todas las oportunidades que se le dan para reivindicarse y el Ibiza veía muy lejos la portería de Cristian Alvárez. Además los zaguetros se veían exigidos, cometían faltas, penalizadas con tarjeta. Una de ellas para Juan Ibiza, que vio la quinta amarilla y no estara el viernes en Almería ante su ex equipo.

Aunque el Zaragoza bajó algo el pistón con la renta en el marcador, los de Jémez no fueron capaces de generar una ocasión clara de gol en todo el primer tiempo, un cabezazo de Castel y un remate impreciso de Herrera fueron todo el caudal ofensivo de un equipo que entró mal en el choque, no disparó entre los tres palos y tampoco supo salir de las trampas que preparó el Zaragoza. Un campo de minas que no supo desactivar en ningún momento.

Tras el descanso, Jémez arriesgó todavía más dando entrada a Álvaro Jiménez, uno de los dos fichajes en el mercado invernal en lugar de Cifu y a Davo por un inoperante Nono. Pero los primeros acercamiemtos del segundo tiempo fueron de nuevo visitantes con disparos de Azón, una pesadilla toda la noche para la zaga local y Borja Sáiz que atrapó Domínguez.

Sin embargo, el Ibiza empezó a llegar por banda con el caracoleo de Jímenez, con el despertar y aunque sin generar grandes ocasiones forzaba saques de esquina. Hasta que Álvaro Jiménez en posición de extremo fue objeto de falta. En lugar del balón bombeado los locales optaron por la estrategia con un centro raso a la frontal, disparo de Herrera que repelió Alvárez y Castel que acompaba la acción empujó a la red, en una jugada validada por el VAR.

El ibiza se metía en el partido y lo equilibró solo tres minutos después, esta vez el error en la entrega en la medular fue visitante, robó Manu Molina que tocó con la cabeza hacía Castel y el nueve hizo una acción individual fantástica alejándose de su marcador y al llegar a la frontal golpeó rasó con la zurda lejos del alcance del portero del Zaragoza. Can Misses enloqueció y empujó buscando culminar la remontada. El Ibiza actual necesita poco, muy poco para hacer goles y esto es algo que salva puntos. El Zaragoza, que había tenido un partido plácido se quedó frío y ya no tuvo esa chispa del primer tiempo para volver a asustar

Tampoco el Ibiza tenía demasiada claridad en su juego, pero empujaba, aunque sin generar ocasiones claras. Jémez trató de evitar sustos dando entrada a javi Pérez y a Appin para reforzar la medular, mientras que Álvaro Jiménez dejaba destellos que invitan a pensar que será un refuerzo de lujo en esta segunda vuelta.

Los minutos se fueron consumiendo sin grandes sobresaltos y el choque acabó en tablas, que dejó mejor sabor de boca al Ibiza y a su afición que lo vió todo perdido y se marchó a casa pensando que había valido la pena acercarse un lunes por la noche a Can Misses.