Fuego y chinchetas
Música

Canciones de enero: Biznaga, Carolina Durante, Big Thief, Rigoberta Bandini, Los Planetas, Yard Act...

Lo del 'establishment' en la música española da tanta vergüenza ajena que ya cuesta disimular

El grupo granadido es uno de los más importantes del panorama indie español desde los años 90 / Los Planetas

MADRID

Uno empieza el año con muchos propósitos, pero luego es difícil no acabar atropellado por la realidad. Por un lado, conciertos aplazados por COVID —maldita sexta ola— y, por el otro, la frustración de ver cómo el sistema sigue dándole trato preferencial a canciones prefabricadas que carecen de alma. El Benidorm Fest ha servido para que bandas como Varry Brava, Niña Polaca, Rayden o, sobre todo, Tanxugueiras y Rigoberta Bandini hayan llegado al gran público. ¡Celebrémoslo! Pero lo del establishment en la música española da tanta vergüenza ajena que ya cuesta disimular.

La música original y compuesta con fines que van más allá del éxito comercial, por suerte, sigue contando con reductos que garantizan la difusión, el análisis y la puesta en valor. Por eso, repuestos ya del esfuerzo de síntesis que conlleva resumir todo un año en solo dos listas, Fuego y Chinchetas vuelve a la carga con una nueva playlist de Spotify a la que cada mes incorporaremos nuevas canciones. Ahí van las 10 primeras de Chinchetas 2022:

Contra mi generación (Biznaga)

No podemos decir que haya sido sin hacer ruido porque lo suyo va de eso, precisamente. Pero Biznaga lleva años entregando trallazos de punk cargados de mensaje social que ya son imprescindibles para entender la música española de la última década. Sus canciones no han alcanzado el hype de Carolina Durante (ni siquiera el de Camellos), pero no ha hecho falta. A base de rabia, melodías y pellizcos, la banda madrileña se ha convertido en un referente (y un contrapeso) para toda una generación de jóvenes que ha crecido abriendo paquetes de Amazon y anestesiada por las pantallas y la música urbana. A esa generación le dedican estos tres minutos de pop brutal, con orgía de guitarras y un frontman desgañitándose. 2020 iba a ser su año, y no pudo ser. Pero aquí están, con otro hit y tanta furia como siempre.

SUCKER (Blood Red Shoes)

Con una propuesta que puede recordar a la de The White Stripes (pero sin un éxito mundial del calibre de Seven Nations Army), los británicos Blood Red Shoes llevan más de una década haciéndonos saltar a base de guitarrazos. Disco a disco han ido perdiendo notoriedad en la escena, eso es verdad, y parece que ya nadie recuerda el sublime It's Getting Boring By The Sea. Pero las primeras escuchas de GHOSTS ON TAPE nos hacen ser optimistas. Su sonido ha bajado de revoluciones para acercarse a Placebo o PJ Harvey. SUCKER tiene rollazo, desde luego.

Simulation Swarm (Big Thief)

Los estadounidenses Big Thief tuvieron un 2019 prodigioso. Publicaron dos discos en pocos meses y una de sus canciones, Not, apareció destacada en la mayoría de las listas de lo mejor del año. Pero intuíamos que no solo dominan la épica in crecendo y con Simulation Swarm, su último single, lo demuestran explorando un sonido mucho más luminoso y acústico, cercano a Fleet Foxes, Waxahatchee, Julie Doiron o Sufjan Stevens. Una atmósfera folkie, añeja y familiar, en la línea de los brillantes temas que ya habían adelantado de su inminente quinto disco, Dragon New Warm Mountain I Believe In You, que saldrá el 11 de febrero. Huele a discazo.

Se quiere venir (Los Planetas)

Como ya hicieron con Islamabad, un tema inspirado en el Ready pa morir de Yung Beef, Los Planetas han versionado al grandino Khaleb, también exmiembro del colectivo Pxxr Gvng, y el resultado vuelve a ser maravilloso. Se quiere venir es una canción de amor que mezcla la afición por los porros con el amor a la ciudad de Granada y la angustia por estar lejos de casa. Un tema con atmósfera planetaria y arreglos de guitarra flamenca que no es el típico hit de Jota, Floren y compañía, pero que te cautiva desde la melodía y que cuesta dejar que canturrear. Claro, si a eso le sumamos Alegrías de Graná, La Morralla, El Manantial, La Nueva Normalidad, El Rey de España o El Negacionista, resulta que Las canciones del agua no solo es el disco más granaíno y político de Los Planetas, también es un gran disco. ¡Otro más!

Ay mamá (Rigoberta Bandini)

Rigoberta Bandini no irá a Eurovisión pero ha llegado más lejos: ha traspasado cabeza y corazón de mucha gente muy diversa. Ay, mamá es un chute de oxitocina para cualquiera y gracias al Benidorm Fest, la canción se ha convertido en un himno intergeneracional, porque no puede haber nada que una más que un canto a las madres. Hay canciones de Eurovisión que caen pronto en el olvido pero estamos seguros que ésta, a pesar de no participar en el festival, no lo hará.

Hate to see you tortured (The Blinders)

Puede que no conozcas a The Blinders pero escuchándoles seguro que no dudas de su procedencia. La banda de Manchester tiene un sonido británico inconfundible y lo demuestran claramente en este tema, otro adelanto de su próximo EP (Electric Kool-Aid). El grupo estrenará con ese trabajo su nueva formación, que ha pasado a ser un quinteto y cuenta ahora con una segunda guitarra. Una canción atemporal que parece que has escuchado muchas veces pero de la que nunca te cansas.

Un sonido (Fuel Fandango e Iván Ferreiro)

En un momento en el que el ruido inunda todo, una canción como esta es un bálsamo que te recuerda donde está el centro. Fuel Fandango sigue descubriendo temas de Romance, su próximo disco, en el que compartirán temas con varios artistas. En esta ocasión, el dueto es con Iván Ferreiro y la canción parece hecha a su medida. Tiene más melancolía ferreiriana que festejo fandanguero, y eso que con Mundo Nuevo, junto a Juancho Marqués, ya nos enseñaron una cara más reflexiva y ritmo pausado.

Granja escuela (Carolina Durante)

El grupo de música que más en forma ha puesto a sus seguidores a base de pogos ha sacado su segundo disco llamado Cuatro Chavales. Mantienen el colmillo afilado, el desamor como tema capital y los estribillos que llegan a la patata de la depresión millenial. Una consagración de lo que fue su LP homónimo y que les dio un éxito tan brutal que ahora toda la gente llama a los pijos de derechas como Cayetanos. Marcando agenda. En 2021 ya hemos reseñado parte de este trabajo Granja escuela es otro ejemplo más de la certeza con la que estos cuatro chavales —como bien dice el título del disco— definen la realidad. Un tema que atiza a las casas de apuestas y a los vicios nocturnos, todo ello terminando en un tremendo estribillo final que será super coreado.

Payday (Yard Act)

Ya tenemos el primer disco del post punk post brexit (chupito cada vez que digamos esto). El debut del cuarteto de Leeds era de lo más esperado del comienzo de 2022 y se ha puesto a la altura de grandes publicaciones del año pasado como Squid, Viagra Boys o shame. Un durísimo relato en Payday sobre lo absurda que puede ser la sociedad si hablamos de la gentrificación. Así que toma el dinero, y corre.

Niños furbito y niñas lo que sea (Aiko el grupo)

Aiko el grupo es uno de los grupos con más espíritu punk y crítico que hay en el panorama emergente de nuestro país. Niños furbito y niñas lo que sea es un hitazo que cuenta el día día de un colegio, con sus examenes copiados, la mandarina reventada en la mochila y una clase de gimnasia, y ya de paso sirve de crítica para esa idea machista que nos intentan meter (y a día de hoy siguen intentándolo) de que el azul es para los chicos y el rosa para las chicas, de que el fútbol es para los niños y que las Barbies para las niñas.

 
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