El cumpleaños de Jaume I en su calle de València

Valencia

Un 2 de febrero de 1208 nació en Montpellier el Rey Jaume I, el Conqueridor. El padre fundador del Reino de Valencia, al que dotó de fueros y lo convirtió en uno de los reinos medievales más prósperos de todo el Mediterráneo. La vida y obra de Jaume I es bien conocida en la actualidad gracias en parte a los románticos de la Renaixença del siglo XIX, como Vicente Boix, que idealizaron al rey conquistador, mitificando sus gestas, proyectando sobre su figura el nacimiento de la patria valenciana y erigiendo estatuas – la del Parterre- y rotulando calles en su honor. De hecho, la primera calle rotulada en València con el nombre de un monarca -con intención conmemorativa- fue la calle del Rey Don Jaime, en 1843. La misma que aún hoy día sigue luciendo su nombre.

En la actualidad, la calle del Rey Don Jaime, nombre oficial con el que fue rotulada, aparece a ojos del visitante curioso como un callizo vetusto, estrecho y apartado de la zona noble del centro histórico. En pocas palabras, una calle indigna para tan majestuosa figura. Pero para ser justos deberíamos retroceder 180 años, y volver a aquella València decimonónica, todavía amurallada, y a los terrenos del desamortizado convento de la Puridad donde se estaba llevando a cabo el proyecto de reforma urbana más importante de la primera mitad del siglo XIX.

Sobre el solar de la Puridad se construyó un nuevo barrio residencial, único en aquel momento, situado en un lugar privilegiado, entre la calle Caballeros y el Mercado, y en él se abrieron tres nuevas y anchas calles, sin duda las más suntuosas del momento. Y para nombrar estas nuevas calles se recurrió a denominaciones relacionadas con la conquista de la ciudad, un acontecimiento histórico que en ese momento estaba en proceso de mitificación, y también porque en estos terrenos se encontraba el palacio del gobernador almohade Abu Zaid. Es por ello que a los nombres elegidos fueron los de calle de la Conquista, calle del Rey Don Jaime y calle del Moro Zeit (o Zaid).

Muchas han sido las propuestas a lo largo de la historia para otorgarle a Jaume I un lugar más digno para rotular su nombre, como por ejemplo el Parterre, donde se encuentra su estatua ecuestre, o la misma plaza del Ayuntamiento, que tras la polémica rotulación de plaza del País Valenciano en los años 80, se propuso que fuese denominada como plaza de Jaume I. En cualquier caso, estos cambios no se dieron, y el Conqueridor continúa donde nuestros antepasados, que en tanta estima lo tenían, creyeron más conveniente. Un callejón, claro, si lo comparamos con las vías dedicadas a Blasco Ibáñez, Colón o Jacinto Benavente, pero es que en el momento en el que se rotuló la calle del Rey D. Jaime, ni existían estas calles y ni siquiera se había pensado en un personaje histórico como Colón, que llegó al nomenclátor 50 años después.