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El Partido Republicano de EEUU considera que el asalto al Capitolio fue la expresión de "un discurso político legítimo"

El Comité Nacional Republicano amonesta además a dos legisladores críticos con Trump a los que califica como “destructivos” por colaborar y apoyar en la investigación sobre el 6 de enero de 2021

Asalto al Capitolio de EEUU / Getty images

Madrid

El Partido Republicano de Estados Unidos ha reconocido que considera que el asalto al Capitolio, del pasado seis de enero de 2021, fue la expresión de "un discurso político legítimo", una afirmación que no contempla la violencia del suceso, que acabó con cinco muertos y cerca de 140 agentes heridos. Estas declaraciones han tenido lugar durante la reunión de invierno del Comité Nacional Republicano (RNC, por sus siglas en inglés), el órgano ejecutivo de esa fuerza política.

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Este mismo Comité ha amonestado, además, formalmente a dos legisladores críticos con el expresidente estadounidense Donald Trump por haber participado en una investigación sobre el asalto al Capitolio, cuando aun estaba en el ejercicio del cargo. Es la primera vez en la historia que el Partido Republicano reprende a alguno de sus miembros en activo en el Congreso.

La represalia contra los únicos dos congresistas republicanos que forman parte del comité que investiga el asalto al Capitolio es la confirmación definitiva del vuelco de los conservadores en su visión sobre la insurrección trumpista, que ahora de manera oficial consideran una expresión política totalmente legítima. Un paso que consolida el abrazo del liderazgo republicano a las tesis y retórica de un Donald Trump que vuelve a demostrar que, a pesar de no estar en el poder, sigue controlando el partido.

La acusación contra Adam Kizinger y Liz Cheney especifica que ambos son “destructivos” para el Congreso y el partido republicano” por colaborar y apoyar en la investigación sobre los hechos del 6 de enero. Los conservadores mandan con eso un mensaje sin fisuras a aquellos que se separen de la línea oficial del trumpismo: poner en duda las teorías de la conspiración de Trump significará que el Partido les da la espalda, y la pérdida de la maquinaria y el apoyo para cualquier intento de que buscar un cargo político.

Cheney y Kinzinger, contra la actuación de Trump en las elecciones de 2020

Liz Cheney, hija del exvicepresidente Dick Cheney (2001-2009), que ya fue expulsada el año pasado del liderazgo del Partido Republicano por haber refutado las denuncias infundadas de Trump sobre un fraude en las elecciones presidenciales de 2020, en las que fue derrotado por el actual presidente, el demócrata Joe Biden.

Por su parte, Adam Kinzinger es conocido por su oposición a los intentos de Trump de revocar el resultado de esos comicios y tras más de una década en la Cámara Baja ha anunciado que no se presentará a la reelección, lo que ha alimentado los rumores sobre la posibilidad de que compita por la Presidencia en las elecciones de 2024.

Amonestación aprobada a viva voz y sin debate

La resolución para censurar el comportamiento de ambos, uno de los mayores castigos a disposición del Partido Republicano, ha sido aprobada este viernes, durante la reunión de invierno del Comité Nacional Republican, en Salt Lake City (Utah), a viva voz sin que hubiera ningún debate.

El texto acusa a Cheney y Kinzinger de haber apoyado los "esfuerzos de los demócratas para destruir" a Trump con su participación en un comité creado por la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, para investigar el asalto al Capitolio.

El Partido Republicano se opuso a la creación de ese comité, pero Cheney y Kinzinger quebraron la disciplina de partido y decidieron participar. Esta acción podría tener consecuencias políticas para Cheney, que se presenta a la reelección este año y que tendrá que enfrentarse en las primarias del Partido Republicano a Harriet Hageman, que ha recibido el apoyo de Trump.

Durante su reunión, el Comité Nacional Republicano decidió reconocer a Hageman como la candidata del órgano del partido, lo que abre la puerta a grandes donaciones para que haga campaña contra Cheney.