La fábrica de diamantes de Trujillo podría comenzar a construirse en otoño
En verano podrían producirse los primeros movimientos de tierra, y en octubre se construirían los primeros edificios. En 2023 empezarían a llegar los reactores a la fábrica que empezaría a producir en el año 2024
Cáceres
La empresa promotora de la fábrica de diamantes de Trujillo (Cáceres), la norteamericana Diamond Foundry, prevé iniciar en otoño las obras de construcción, que durarán dos años, con los primeros edificios en el polígono industrial Arroyo Caballo, aún sin ubicación exacta.
La localidad cacereña ha acogido este lunes unas jornadas técnicas con todas las partes implicadas para avanzar en el proyecto, en la que se ha apuntado que en 2023 llegarían los reactores para la fábrica para su puesta en marcha al año siguiente. Rafael Benjumea, consejero delegado de Benbros y enlace español de los inversores norteamericanos, ha reconocido que “el proyecto aún no está aprobado y depende de la financiación de la Unión Europea (UE), a través de una subvención de fondos Feder que tramitará directamente la Consejería de Economía", pero se ha mostrado confiado y asegura que va a "buen ritmo" y se están "dando los pasos que se tienen que dar".
En esa reunión técnica han estado presentes responsables del Gobierno central, la consejera extremeña de Transición Ecológica y Sostenibilidad, Olga García, y el alcalde de Trujillo, José Antonio Redondo, que asegura que ya han comenzado a trabajar para que el proyecto se quede en la localidad. Entre las metas que se marcan a nivel municipal, resolver en el primer semestre el año la recalificación del suelo. Así, ya en el mes de julio podrían comenzar los primeros movimientos de tierra en el polígono industrial Arroyo Caballo.
Diamond Foundry, que invertirá 670 millones en esta nueva planta en Extremadura, se presenta como el mayor productor americano de diamantes artificiales para el sector de la joyería, cuyo proceso es 100 % hidroeléctrico, lo que supone cero emisiones y pretende crear 300 puestos de trabajo directos. Además sería sostenible y autosuficiente desde el punto de vista energético ya que la fábrica se nutrirá de una planta fotovoltaica de 120 megavatios (MW) que se ubicará a unos 8 kilómetros.