Un exalumno de La Salle en Santiago denuncia los tocamientos de un religioso: "Me provocaba vómitos para no ir a clase"

Henrique relata en la SER las "caricias y masajes" que sufrían de manera habitual por parte del profesor a finales de los 80

La fachada del colegio de La Salle, en Santiago de Compostela

Santiago de Compostela

Caricias en el cuello, clavículas y espalda, masajes e incluso tocamientos por debajo de la camiseta. Esto es lo que vivían habitualmente alumnos de La Salle en Santiago por parte de un profesor a finales de los 80. Un exalumno relata en la SER las situaciones que se vivían habitualmente en el colegio. El testimonio de Alejandro Palomas le ha hecho dar un paso al frente y poner voz a una situación de la que todos hablaban, pero por entonces no sabían calificar.

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Henrique estudió en el colegio religioso de La Salle desde los 5 hasta los 14 años. Recuerda perfectamente el ambiente del centro, a sus compañeros, y aun profesor en particular: J.B. Son las iniciales de un religioso que les dio clase varios cursos, en séptimo y octavo. Su nombre y su "manera de ejercer la docencia" se le han quedado grabados. Asegura que realizaba tocamientos inapropiados a sus estudiantes de manera habitual y "a la vista de todo el mundo". Hablamos de "caricias por el cuello, clavículas y espalda", masajes e incluso tocamientos por debajo de la camiseta. Henrique tenía por entonces 12 o 13 años. En su clase eran más de 40 compañeros; todos presenciaron o sufrieron este tipo de situaciones, pero solo con algunos el docente se atrevía a ir un paso más allá y levantarles la camiseta. Nadie se quejaba porque lo asumían como parte de su realidad en el colegio.

Henrique recuerda que a veces se provocaba el vómito para no tener que ir a su clase porque estar toda la tarde con él era algo "horroroso" para él y no titubea a la hora de señalar a J.B. como autor de los hechos. Las iniciales coinciden con lo publicado por El País en diciembre. Han pasado casi 40 años y, aunque nunca se olvidó de aquello, ha sido el testimonio de Alejandro Palomas el que le ha hecho revivir la atmósfera de aquel centro. Ahora, con su testimonio quiere arrojar un poco más de luz y apoyar de alguna forma a quienes pudieron sufrir abusos más graves.

Desde La Salle aseguran que no tenían conocimiento de ese caso publicado ya por El País y no concretan si tiene relación con las dos denuncias recibidas esta semana.